La Oficina de Madrid

Voy a dejar para la edición del domingo la solución del enigma, pero sirvan estas líneas para abrir boca. El puesto de director de la Oficina del Gobierno de Canarias en Madrid no se va a cubrir, de momento. Se le reserva a una persona. ¿A quién? El domingo lo contaré. Lo que pasa es que como el destino político de esa persona anda en el aire, se está esperando a que el mismo se despeje porque el cargo está asignado. No se va a nombrar a nadie, de momento.

El carguito está muy bien pagado, tiene cierto estatus y permite que el/la titular se mueva muy bien en los cenáculos madrileños ligados al poder. Se admiten apuestas, pero tampoco es tan difícil averiguarlo, digo yo. La noticia es absolutamente cierta y en los círculos bien informados -que los hay- de Coalición Canaria ha empezado una especie de cachondeo, dando por hecho el chanchullo. La verdad, tratándose de un partido tan propenso a la componenda, no me extraña nada. Pero les digo que el puestito está reservado hasta dentro de un par de meses, no más. Hay que ver la suerte que tienen algunos políticos que hasta les reservan los puestos para cuando salgan de la actividad pública. Así da gusto. Yo, cuando sea mayor, quiero dedicarme a la política. Estoy completamente decidido a hacerme nacionalista de toda la vida y presentar mi solicitud a un partido que hace reservas de cargos. Cuando les diga quién es se van a descojonar. Hay quien nace con estrella y quien nace estrellado. Yo nací estrellado.