Los vándalos no dan tregua a la capital

La escultura ‘Dado para 13’, de Remigio Mendiburu, vuelve a ser atacada por los gamberros en el parque García Sanabria
La escultura amaneció llena de pintadas. / M. V.
La escultura amaneció llena de pintadas. / M. V.

Las esculturas que hacen del santacrucero parque García Sanabria un lugar único para disfrutar del arte y la naturaleza en un mismo espacio, han vuelto a ser atacadas por los vándalos. Dado para 13, del escultor Remigio Mendiburu, amaneció pintarrajeada por todos sus lados, como ya lo fuera en 2014, año en el que se vieron afectadas otras tres piezas del interior del parque. También algunos de los árboles que rodean la pieza escultórica que pertenece a la I Exposición Internacional de Esculturas en la calle, sufrieron las consecuencias del ataque. Desde la concejalía de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, lamentaba una vez más la falta de civismo para con el patrimonio de todos los chicharreros. El edil mostraba su más enérgico “rechazo” a estas actividades vandálicas que le cuestan a la ciudad una media de 150.000 euros al año. Mobiliario urbano, esculturas y hasta los árboles se están viendo afectados por la falta de sentido común de unos pocos. Desde el Ayuntamiento se pide colaboración ciudadana para denunciar estas actitudes.

Seguridad
Tras cada acto vandálico que sufre el García Sanabria, el Consistorio se hace la misma pregunta, por qué la Delegación del Gobierno en Canarias no autoriza activar las cámaras con las que ya cuenta el espacio. Ayer, Arteaga insistió en la necesidad de contar con ese permiso ante los más que evidentes ataques que las esculturas y el propio mobiliario urbano vienen sufriendo de manera periódica. “La activación de las cámaras servirá al menos como fórmula disuasoria”, insistió el edil.

Arteaga comparó el patrimonio cultural que posee la ciudad en las calles con el de un museo. “Cualquier espacio museístico está protegido con medidas de seguridad porque entendemos que el valor de su contenido. En las calles de Santa Cruz poseemos un auténtico museo al aire libre y sin embargo no merece la misma consideración”, se lamentó el edil.

“Necesitamos -continuó- que todos pongamos de nuestra parte para proteger la cultura que es de todos y máxime con las piezas de la primera Exposición Internacional de Esculturas en la calle que hacen de Santa Cruz una ciudad única”. Arteaga concluyó defendiendo la necesidad de tener más elementos de control dentro del parque.
Hasta en seis ocasiones ha solicitado el Ayuntamiento de Santa Cruz el permiso para activar la veintena de cámaras de seguridad con las que cuenta el espacio. Desde la Delegación del Gobierno se deniega sistemáticamente esta petición alegando no existe riesgo y poniendo en valor que pueda quedar afectado el derecho al honor, a la propia imagen y a la intimidad de las personas.

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