¿Y ahora qué?

Es curioso observar el papel que juegan las emociones positivas, la actitud y esa forma de afrontar todas las situaciones que nos suceden y que, en ocasiones, no entendemos

Es curioso observar el papel que juegan las emociones positivas, la actitud y esa forma de afrontar todas las situaciones que nos suceden y que, en ocasiones, no entendemos. Como te he comentado en alguna ocasión queremos tener el control de ellas sin entender que el azar y la probabilidad juegan un papel fundamental en nuestra vida.

Eso no significa que debas abandonarte a la divina providencia y dejar que todo suceda como aquellos perros de Seligman que tras recibir diferentes descargas eléctricas terminaban sintiéndose indefensos y no reaccionaban.

Si somos fieles a la verdad hay que decir que eso no sucedía en todos los casos. Algunos de ellos seguían luchando y a la larga conseguían salir de esa situación. Eso nos sucede también a las personas, sobre todo a las optimistas y que son capaces de gestionar en esos momentos sus emociones, su actitud y su capacidad para afrontar ciertas situaciones. Descubren así un potencial que les ayuda a afrontar situaciones vitales complejas.

Es curioso ver como existe una capacidad en las personas para resurgir y construir una nueva realidad a partir de dichas vivencias personales. Ejemplos vitales en esta línea los encontramos en Viktor Frankl que, tras pasar por un campo de concentración y perder a toda su familia, encontró la forma de construir una nueva realidad que daba sentido a su vida.

Pero también los encontramos en esos Patitos Feos que describía Cyrulnik que, tras estudiar a muchas personas que habían pasado por un campo de concentración en su infancia, tal y como el mismo lo vivió, se hizo la siguiente pregunta: ¿por qué ante situaciones traumáticas existen personas que se hunden y otras que se crecen y salen fortalecidas?

Sin duda alguna hablar de todo esto implica entender que en tu vida existen situaciones duras que marcan un antes y un después produciendo una ruptura, una desconexión con nuestra vida previa. Por si fuera poco, a esto se le suma los momentos donde el recuerdo te hace revivir dicha situación.

Para abordar estas situaciones debemos terminar admitiendo la situación vivida, aunque ello suponga, en un primer momento, refugiarte en la cueva, es decir, necesitarás un tiempo para procesar lo sucedido. Al hacerlo, conseguirás las herramientas para que gestiones esa situación y puedas construir narraciones que den sentido a esa nueva realidad que vives. El compartir con otros esas vivencias y nuevas construcciones te ayudará a avanzar ante esa situación.

Es importante no olvidar que en ocasiones necesitarás ayuda profesional. No es algo negativo sino que, durante un tiempo, necesitarás a alguien que te acompañe en este proceso y te muestre herramientas que te ayuden a reconstruirte. Recuerda que, después de todo, el objetivo de nuestra vida es ser felices.
[su_note note_color=”#d0d3d5″ radius=”2″]*Psicólogo y miembro de la Sociedad Española de Psicología Positiva
@jriveroperez[/su_note]

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