El ‘coste’ del absentismo

Un empleado canario se ausenta de su puesto de trabajo de forma justificada o injustificada una media de 10,71 días al año. Sólo en el Archipiélago estas bajas cuestan 400 millones de euros anuales
Los españoles malgastan hasta el 30% del tiempo en el trabajo. DA
Los españoles malgastan hasta el 30% del tiempo en el trabajo. DA

Si bien las últimas cifras oficiales publicadas por el INE sobre absentismo laboral situaban la tasa media en los últimos cinco años en el 4,41%, lo cierto es que la tendencia del última año ha aumentado. Según el Barómetro de Absentismo en España realizado por la consultora Ayming, todavía hay un 20% de empresas que ven como aumenta su porcentaje de absentismo. Además, el mayor porcentaje de ausencias laborales se producen en aquellas empresas que están en el sur. Y es aquí donde entra Canarias.

Según este Barómetro, el Archipiélago tuvo un total de 11.628 días de absentismo durante el año pasado. Nada menos que un promedio de 10,71 días por empleado y año, la tercera cifra más alta del territorio nacional, por detrás de País Vasco (13,54) y Castilla y León (12,04).

En cuanto a la duración de las ausencias, en el caso de Canarias, el 56,8% son de 0 a 3 días, es decir, aquellas que no necesitan de una baja médica, el 28%, de 4 a 15 días; el 7,2% de 15 días a un mes; y el 8%, más de un mes.

Teniendo en cuenta que por absentismo laboral se entiende la no presencia del trabajador en su puesto de trabajo justificada o injustificadamente, casi un 20% de estas ausencias se producen por razones directamente relacionadas con las condiciones laborales, como por ejemplo la falta de motivación del trabajador o el clima laboral. En este sentido, Giovanni Grillo, director general internacional de la región sur de Europa, en el marco del Congreso Internacional de Psicología del Trabajo y Recursos Humanos, aseguró que un buen clima laboral es “imprescindible para garantizar la sostenibilidad de la competitividad de las empresas. Hoy en día es necesario innovar en los procesos de gestión de la plantilla, posicionando a los recursos humanos como palanca de éxito para las compañías. La valorización del capital humano y la optimización de sus costes laborales, son claves para obtener un retorno de la inversión a corto y medio plazo. Afortunadamente, las empresas españolas son conscientes cada vez más de la relación existente entre la satisfacción de los empleados, su productividad y competitividad”.

Y es que el absentismo tiene un coste sobre las empresas, tanto directo como indirecto. Un coste directo, que incluye el coste de sustitución del empleado, el de mantenimiento de salario del trabajador ausente y los costes de la Seguridad Social. También lleva aparejados costes indirectos como son: el coste de planificación, la reducción de márgenes de beneficio, el coste de las acciones preventivas, la pérdida de valor añadido, los períodos de descanso retribuidos, las pérdidas de producto, los costes administrativos de gestión de las bajas, los costes de horas de consultas médicas, etc. Sin embargo, aunque más del 50% de las empresas considera que el compromiso de sus empleados repercute en sus resultados económicos, más del 60% de las mismas no mide los costes del absentismo sobre su masa salarial. De hecho, solo un 25% de las empresas encuestadas disponen de un software específico para medir este fenómeno y controlar sus costes.

En cifras, son más de 9.000 millones (en concreto 9.271) lo que cuesta al año el absentismo laboral en España, mientras que la pérdida de productividad relacionada con estas bajas fue equivalente a 5.000 millones. En Canarias, esta cifra alcanza aproximadamente los 400 millones de euros anuales. Un 1% del Producto Interior Bruto.

absentismo bajas

PÉRDIDA DE TIEMPO
A todo esto hay que unir que España es líder en pérdida de tiempo en el trabajo. Según el IMF Bussines School, el tiempo perdido en el trabajo alcanza el 30% de la jornada laboral.Acciones como consultar el WhatsApp y las redes sociales, realizar pausas para cafés o mirar de forma impulsiva el correo electrónico son demasiado frecuentes en las empresas españolas. Esto lleva a que los empleados estén más tiempo en su puesto de trabajo del debido, lo que se denomina presentismo, es decir, cumplir con la jornada laboral, pero sin ser necesariamente productivo. Esto en países como Alemania es impensable, ya que el trabajo se tiene que estar hecho a su hora y estar más tiempo del debido en el puesto de trabajo está hasta mal visto.

La prueba de que por estar más horas en el puesto de trabajo no implica mayor productividad la tiene el informe de la OCDE, que dice que los trabajadores españoles emplean 1.689 horas al año en su puesto de trabajo, más que los ingleses, franceses o alemanes. En cambio, cuentan con los rendimientos más bajos. Según este mismo estudio del IMF, los españoles malgastan unos 86 minutos a la semana en el trabajo.

En este sentido, Giovanni Grillo, aseguró que la mejor manera de acabar con el absentismo, así como con la pérdida de tiempo en el puesto de trabajo es “motivar a los empleados. Las empresas tienen que aprender a identificar las señales de alerta de las desmotivaciones de sus empleados. Antes de empezar a estar ausente, un empleado desmotivado realiza su trabajo con menor calidad, se limita a cumplir con los mínimos establecidos y ocupa el tiempo en hacer otras tareas. Desde que esto se detecte”, concluyó, “se podrá atajar el absentismo”.

[su_note note_color=”#d0d3d5″ radius=”2″]“La administración debería vigilar más la picaresca”
El secretario general de la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife (CEOE-Tenerife), Pedro Alfonso, señaló que no perciben que la abstención laboral sea “una prioridad” más allá de la empresa, “puesto que nos resta competitividad y recarga nuestros costes laborales. Salvando las bajas laborales reales”, continuó, “la administración debería vigilar más la picaresca que, además, alimenta la economía sumergida”. Esta práctica, además de los 400 millones de gasto que supone en Canarias, y los 9.000 millones a nivel nacional, supone unos costes directos anuales directos de 4.768 millones para la Seguridad Social por prestaciones económicas y de 4.503 millones para las empresas por el abono de la prestación económica en los primeros días de baja. Estas cifras, según Alfonso, tienen que hacer reflexionar a la administración para que la abstención laboral “sea una prioridad para ellos, y no solo para el tejido empresarial que es quien la sufre”.[/su_note]

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