Fernando Berge: “La crisis quedó atrás y Canarias será una de las regiones que más crezca en Europa”

“Tase el valor del Teide”, desafiamos al consejero del teleférico y presidente de Cajasiete. La media sonrisa que usa a discreción este hombre afable devuelve la pelota. “¿Es la pregunta del millón?”. “No, del billón. Serían billones. No somos conscientes de lo que tenemos”
Fernando Berge. | FRAN PALLERO
Fernando Berge. | FRAN PALLERO

Cuando acaba la entrevista, Fernando Berge, hombre de números, deja de contar con las palabras. “Tase el valor del Teide”, desafiamos al consejero del teleférico. La media sonrisa que usa a discreción este hombre afable devuelve la pelota. “¿Es la pregunta del millón?”. “No, del billón. Serían billones. No somos conscientes de lo que tenemos”.

Cajasiete es “un caramelo en dulce” para los grandes bancos, “pero no queremos novios”, afirma su presidente desde hace dos años, Fernando Berge, que rechaza cualquier invitación a fusionarse con una entidad nacional grande. “Con nosotros, el ahorro del canario no sale de Canarias. No es petróleo que exportemos. Se queda aquí”.

“Yo entré en la antigua Caja Rural en el 82. Llevo 34 años y soy testigo de la travesía y el despegue de entidad”. En la entrevista que concedió a DIARIO DE AVISOS, una vez conocido el balance del último ejercicio, el primero tras la crisis, advierte de que el objetivo de Cajasiete es ocupar el espacio que dejó CajaCanarias al integrarse en la Caixa, abriendo oficinas donde otros las cierran.

“Hoy, Cajasiete-subraya su presidente- es la única entidad financiera canaria, que toma las decisiones aquí, donde tiene su sede”, que se dota de reservas siguiendo la máxima del comandante Cousteau: preservar la entidad para las generaciones futuras.

Berge -poco habituado a hablar de política en la prensa- se moja en esta ocasión: “Tras el 26J lo razonable sería que los grandes partidos se entendieran”. Si triunfa el Brexit y Reino Unido acuerda el día 23 en referéndum irse de la UE, “Canarias lo lamentaría”. La crisis quedó atrás, señala. Y, por último, ofrece un dato sorprendente: “La buena noticia son las fuertes inversiones en la agricultura”, un diagnóstico que merece el máximo interés por tratarse de una entidad que, hace medio siglo, nació con carácter exclusivamente rural.

-Este viernes arranca la campaña electoral. ¿Los partidos que tocan a la puerta de Cajasiete para financiarse con qué se encuentran?
“Tenemos unos criterios estrictos. Nosotros no financiamos ni a partidos políticos, ni a sindicatos. Si vienen y preguntan, les decimos que lo sentimos mucho, nos lo tenemos prohibido”.

-¿Le preocupa esta recidiva electoral del 20D y 26J?
“Que salga lo que salga, pero que haya estabilidad. La incertidumbre es lo que genera problemas. Cuando viajo me atrae la estabilidad de Alemania”.

-Llevamos medio año debatiendo sobre la gran coalición alemana.
“Es que yo creo que eso es lo que pide la sociedad a los grandes partidos, que se entiendan para sacar al país adelante. Tenemos que trabajar en común, cooperar, esa es nuestra filosofía”.

-¿Qué ocurre si este mes la UE pierde un socio: el Reino Unido?
“El Brexit es un tema muy preocupante, y de él apenas se habla en Canarias. Si el Reino Unido saliera de la UE se devaluaría la libra, se encarecerían los viajes y vendrían menos ingleses a Canarias. La UE podría sufrir una ralentización. Confiamos en que sigan con nosotros”.

-Ustedes vieron venir la crisis y echaron el freno de mano. ¿Con qué bola de cristal?
“Fue una de las grandes claves. Intuimos en 2005 que el sector inmobiliario estaba creciendo demasiado y frenamos la financiación del suelo. Era la burbuja. Nos salimos a tiempo”.

-La pregunta obligada al oráculo. ¿Se asoma una nueva recesión?
“Creemos que no, si no hay una eventualidad externa fuera de control. Estamos en un proceso de recuperación económica clarísimo”.

-Entonces ya no le pregunto si hemos salido de la crisis.
“De la crisis hemos salido. Otra cosa es que sea generalizado; la construcción no levanta cabeza”.

-Antes de hablar del éxito, ¿cuál ha sido su peor momento al frente de Cajasiete?
“La peor situación que he pasado fue cuando me nombraron director general, en el 90, junto con Jerónimo Monje, al jubilarse Federico Isidro, siendo presidente Pedro Modesto Campos. Estábamos en una crisis económica, y restructuramos toda la entidad sin saber qué iba a pasar. Fue una época de noches sin dormir. La crisis del 89 al 93 resultó para nosotros mucho más dura que esta, porque éramos débiles.
Confieso que pudimos haber desaparecido. Pero salimos”.

-¿Qué buena noticia depara la economía canaria, si la hay?
“La buena noticia son las fuertes inversiones en agricultura de consumo interior”.

-¿Ah, sí? Esa no es la impresión que se tiene.
“Pues la resurrección del campo empezó hace dos años, aunque la gente no lo sepa. Con un fenómeno: de pequeños productores a medianos y grandes. Antes llegábamos a una cooperativa y había 500 socios; ahora tiene 20 o 30 socios profesionales que invierten y están al día en nuevas tecnologías”.

-¿Pero no habíamos abandonando el campo?
“Se abandonan zonas de medianías y fincas de pequeños agricultores. Pero se está generando este nuevo fenómeno en fincas de mediano tamaño con una producción importante de calabacines, olivos o almendros”.

-¿No teme que venga caminando una crisis del plátano?

“Si se sigue gestionando como hasta ahora, puede mantenerse muchos años”.

-¿Por qué hace una década se reinventa en Cajasiete, tras 40 años, esta Caja Rural?

“2005 fue un año de cambios de gran calado: nos mudamos a una nueva sede social en la avenida Manuel Hermoso y abrimos oficinas en la provincia de Las Palmas (tenemos 16, camino de 25). Es un nombre regional elegido por los propios empleados”.

Fernando Berge. | FRAN PALLERO
Fernando Berge. | FRAN PALLERO

-¿Qué impacto tuvo?
“Dimos un vuelco espectacular en poco tiempo. Enseguida arraigó”.

-¿Qué será de la banca con los tipos de interés de referencia a cero, que prorrogó este jueves el Banco Central Europeo (BCE)?
“Va a durar tres años y la gran banca ha reaccionado con una reducción brutal de costes, cerrando oficinas. Nosotros seguimos abriendo. Hay un cambio de modelo y ahora se cobran comisiones por servicios que eran gratuitos. O te adaptas o desapareces”.

-¿Algunos bancos podrán caer?
“Por supuesto. Ya vemos que están haciendo ampliaciones de capital. Esperamos otra ola de concentraciones. Quedarán tres o cuatro grandes bancos, de prácticamente una veintena”.

-¿Cajasiete está a salvo?
“Completamente a salvo. Tenemos una ventaja con relación a la gran banca: no repartimos dividendos. Somos una cooperativa, no hay accionistas, sino más de 43.000 socios y más de cien millones de euros de reservas acumuladas. Tenemos un 13,3% de nivel de solvencia. Cualquier banco está entre el 10 y el 11%. De la gran y mediana banca, somos el número uno en solvencia en las Islas. Cada año, capitalizamos el 85% de los excedentes (beneficios) en reservas e inversiones nuevas, que nos permite competir con los grandes”.

-¿Ustedes son el chico de la Lucha Canaria y la competencia es el grande?
“Hombre, incómodos somos, porque, si no existiera Cajasiete, la competencia se vería reducida”.

-¿Ese espíritu de banca humana, como decía el Nobel Muhmmad Yunus, es realista y viable?
“Evidentemente, tenemos que ganar dinero para modernizarnos y estar en el mercado.Pero sigue viva la visión de nuestros fundadores:Pedro Modesto Campos y Federico Isidro en 1962”.

-¿La mala imagen de la banca les salpica?
“No, porque, afortunadamente, no comercializamos productos tóxicos, y hemos sido pioneros en evitar desahucios. Realizamos toda una labor social a través de la Fundación Pedro Modesto Campos”.

-¿Cómo ha sido el tránsito del campo a la ciudad?
“La Caja Rural, por ley, solo podía financiar a agricultores y ganaderos, tras el boom de las cooperativas en los 60. No podíamos crecer en las ciudades, hasta 1989, con el cambio de Ley de Cooperativa de Crédito (tras el ingreso en la UE), que liberalizó el sector financiero, nos homologó a bancos y Cajas de Ahorros, y nos abrimos a pymes, autónomos y familias”.

-¿Por qué no a las inversiones hoteleras?
“Porque financiar un hotel supone de 20 a 25 millones de euros, y nuestro tope son 6 millones por un criterio de prudencia”.

-Hay muchas pymes, ¿pero cuáles tienen futuro ahora en Canarias?
“Las que comercializan productos agrarios con grandes superficies, y las que proveen al sector turístico”.

-Llevado a la banca, ¿Cajasiete es la única voz canaria?
“Así es. Somos los únicos con sede social en Canarias. Cuando más crecimos en clientes fue 2012, el año de la fusión de CajaCanarias con la Caixa”.

-¿Hasta qué punto hay derbi Cajasiete-Caixa?
“Existe, pero son dos modelos distintos. En cinco años, aspiramos a pasar del 13 al 25% de cuota de mercado en esta provincia, y del 7% al doble de cuota regional, como quiera que la inversión crediticia disminuye en todas las entidades, salvo en Cajasiete”.

-¿Esa especie de parón de refino a qué se debe?
“A que su política no está dirigida desde aquí. Ellos han visto que el mercado canario era un riesgo con la crisis y han cerrado el grifo. Nosotros nunca, ni en la crisis, lo cerramos: no hemos dejado de dar créditos”.

-¿Por qué ustedes conducen en dirección contraria?
“Tampoco es así. Si alguien nos pide un crédito para una inversión inviable, también le decimos que no. Pero nosotros mañana no podemos decir: nuestras inversiones las llevamos a Alemania o Sudamérica. Nuestra razón de ser está aquí”.

-¿Communitybanking, banca de proximidad?
“Sí, es un modelo de banca comunitaria y local”.

-¿Con los tipos tan bajos, es negocio dar crédito?
“Si se recupera, sí. Tenemos ahora mismo 1.200 millones de euros en inversión crediticia, un 8% más”.

-¿Malos tiempos para el ahorro, verdad?
“Prácticamente, no tiene remuneración. Precisamente, los tipos están muy bajos para que la gente invierta”.

-¿Y qué hace el pequeño ahorrador sin ADN inversor?
“Ha perdido todo su aliciente. Están de moda ahorradores que hacen inversiones en grupo sin pasar por un banco, como en algún hotel del sur de Tenerife”.

-¿A cuánto ascienden los depósitos de Cajasiete?
“Hemos crecido en 2015 un 4% en el sector privado (más de 1.500 millones de euros) y en el público está en torno a los 300 millones, no somos su prioridad”.

-¿Por qué trabaja poco la Administración con Cajasiete?
“Eso hay que preguntárselo a ellos. Creo que aún nos conocen poco.Nosotros diferimos mucho de lo que eran las cajas de ahorros. Nuestro consejo rector no tiene vinculación política. Pero seguimos creciendo. Ya tenemos 250.000 clientes (más del 10% de la población canaria) y vamos a por los 300.000”.

-CajaCanarias llegó a tener en Tenerife más del 40% de cuota de mercado.
“Y el 25% regional. Podemos igualar esas marcas. Si seguimos en esta línea vamos a llegar. En Europa los modelos de banca cooperativa como la nuestra son muy fuertes (del 20% de cuota de mercado; en España, todavía solo el 6%).Estamos asociados en el Grupo Caja Rural, somos 29 cajas rurales con autonomía, para afrontar los nuevos retos. Y está Cajamar, pero es un banco cooperativo nacional”.

-¿El ingreso sobresaliente es made in Cajasiete?
“Sí, es una idea de creación propia. Algunas cajas rurales en la Península ya estudian imitarla.Cuando en la universidad, bachillerato o FP de segundo grado un alumno obtiene un sobresaliente, le abrimos una cuenta con una asignación económica de entre 20 y 40 euros por cada sobresaliente. Son ya 23.000 en cinco años”.

-¿Qué nuevos productos piensan lanzar?
“En banca todo está inventado Pero nos estamos especializando en desarrollar todo lo relacionado con apps y banca a través de móviles”.

-¿Si mira atrás, recuerda con nostalgia aquella Caja Rural de la Rambla de Pulido?
“Allí entré de auxiliar administrativo cuando aún no me había casado. En los pueblos, al lado de la cooperativa, había una oficina de la Caja Rural. Siempre hemos sido una Caja muy familiar.El interés de los empleados (hoy somos 365) por formarse, ha sido para mí el secreto del éxito, y hacer una banca humanizada. Las nuevas tecnologías alejan al cliente de la oficina”.

-Ya sabe que los milennials (nacidos entre los 80 y mediados de los 90) pronto no pisarán una oficina bancaria.
“Tenemos 250.000 clientes, y más de la mitad operan a través de Ruralvía, nuestra banca por internet, pero creemos que hay asuntos que escapan a una máquina, como asesorar a un cliente en una inversión”.

-Como economista y financiero, ¿cuál es la situación económica de Canarias?
“Mi visión es muy optimista para una realidad compleja. Canarias va a crecer este año un 3%. Es una de las regiones que más crece de toda Europa”.

– “Canarias necesita autonomía financiera para no depender del exterior”. ¿Qué quiso decir?
“Que las decisiones se tomen aquí y los ahorros locales se gestionen aquí también. Los grandes bancos mueven el capital de un sitio a otro. Con nosotros, el ahorro de los canarios no sale de Canarias. No es petróleo que exportamos. Se queda aquí”.

-La deuda pública española -más de un billón- supera por primera vez en un siglo el 100% del PIB.
“La comunidad autónoma canaria es la menos endeudada. Pero es un problema de Estado”.

-Es la vedette de toda campaña. ¿Los impuestos se pueden bajar?

“Los impuestos se pueden y deben bajar”.

-Haga usted también campaña y véndanos su eslogan.
“Nuestro lema es Comprometidos con nuestra gente, y pedimos a los ciudadanos que nos conozcan y comparen”.

-Como el “busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo”, de Manuel Luque, en los 80.
“Pero sabiendo que esto no es una marca de detergente. Cuando nos conocen se quedan”.

-¿Qué nota pondría a Canarias del 1 al 10?
“Un 7. Notable”

-¿Cabe una cajaocho simbólica en La Graciosa?
“Abrir una oficina allí es complicado; no está previsto”.

-¿Cajasiete ha superado los tests de resistencia?
“El último del Banco de España fue en 2014. No tenemos problemas de solvencia de ningún tipo”.

-¿Cómo es el canario: ahorra o consume?
“Es más consumista que ahorrador; vive al día, con salarios bajos. A mucha gente el mes se le acaba el día 20 y sale adelante gracias a la tarjeta de crédito”.

-¿Tiene Cajasiete seguro de vida?
“Cuando capitalizamos los beneficios en reservas, eso no se lo lleva nadie en herencia, se queda en la entidad. Para que las generaciones futuras de clientes y empleados tengan una empresa saneada”.

Fernando Berge. | FRAN PALLERO
Fernando Berge. | FRAN PALLERO

[su_note note_color=”#d0d3d5″ radius=”2″]UN APELLIDO RARO
La rareza del apellido Berge -que da nombre a un pueblo de Aragón y tiene cierta ascendencia en los países nórdicos- hizo que en la etapa escolar dejaran de llamarlo Fernando. “¡Berge!”, decían los profesores al pasar lista. Solo había uno, era inconfundible. Muchos años después, este economista de Castellón que arribó a la Isla para hacer la mili y conocer a la mujer -palmera- con la que iba a fundar una familia, comprobó la importancia del nombre de las cosas. El día que la Caja Rural que dirigía en Tenerife decidió -a sugerencia de los empleados- denominarse Cajasiete para obtener el pasaporte regional, dio un salto y creció de un modo exponencial por el efecto indudable de una marca de éxito. Fernando Berge, que fue atleta de distancias cortas y practicó el salto de altura, comprobó que la entidad había dejado de ser una pequeña caja rural y emprendía una carrera de largo recorrido, ya no en funciones gregarias. Lleva dos años al frente de esa entidad con el siete en el dorsal sin olvidar de dónde viene, de La Mata (El Maestrazgo, Castellón), un pueblito habitado por apenas unos pocos centenares de vecinos. La Caja que él conoció en los 80, de auxiliar en la Rambla de Pulido, tenía ese carisma rural de su procedencia, hijo de una familia de campo dedicada al comercio. En la Caja como en La Mata, a los clientes se les conocía con nombres y apellidos. Era lo mismo, como si no hubiera salido de casa. 35 años después, regresa, de cuando en cuando, a la casa de verdad, aunque detrás de la puerta ya no estén esperando los padres.[/su_note]

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