“Qué empresarios van a venir a Santa Cruz cuando Urbanismo trata así a las empresas del municipio”, se preguntaba, ayer, el franquiciado de la marca McDonald’s en Tenerife, Ramón Fariña, tras la el cierre, el pasado miércoles, del restaurante que mantenía en el Parque Marítimo el pasado miércoles, obligado por una sentencia judicial. Según Fariña, el Ayuntamiento, ha decidido retirarle, de manera arbitraria, la licencia concedida en precario en 2013. Ese año, Urbanismo obligó al cierre de los negocios en el aparcamiento del complejo de piscinas por carecer de las oportunas licencias de obra y apertura. Entonces el Ayuntamiento, atendiendo a que la actividad del restaurante estaba admitida en el Plan Especial del Parque Marítimo, concedió la licencia en precario con la que ha venido funcionando hasta el momento. Ahora, Urbanismo cambia de criterio y lo que antes era válido hasta que se aprobara el planeamiento, ahora ya no lo es y hace cumplir la ley de forma escrupulosa, al no contar el restaurante con los respectivos permisos y tras perder la empresa los recursos contra el cierre por falta de licencias.
Fariña lamentaba ayer la forma en que el Ayuntamiento capitalino ha procedido contra la empresa a la que representa, acusándolo de hacerlo de manera desleal. Al parecer, desde el Consistorio se invitó a la franquicia a recolocar a los empleados, 23, en otros centros del municipio, “si tan preocupado estaba por ellos”. Además aseveró que Urbanismo lo acusó de que su verdadera preocupación es un simple afán económico y de venir ingresando grandes sumas de dinero de un establecimieneto abierto al público de manera ilegal, al carecer de título habilitante de obras. Fariña defendió que ha venido pagando el canon de 50.000 euros anuales al Parque Marítimo por el espacio que ocupa así como las distintas tasas que ha solicitado el el Ayuntamiento en estos años.
“Desconozco si hay algún tipo de motivo político detrás de esta decisión”,aseveró el empresario aunque apuntó que hay más negocios en la zona a los que no se les obliga a cerrar “mientras que nosotros podríamos haber seguido abiertos hasta que se aprobara el Plan Especial”, añadió.
Fariña avanzó que no se reubicará este restaurante y que seguirá adelante con los proyectos previstos en el municipio, un local en Taco cuya apertura está prevista para finales de año, y otro en Añaza que sigue pendiente de Urbanismo. En cuanto a los trabajadores, están siendo recolocados.
“No se qué va a pasar ahora con la zona, en la que tanto el autolavado como nosotros nos veníamos haciendo cargo del mantenimiento y la limpieza”, concluyó Fariña, quien admitió que, ahora mismo, no tiene intención de optar a la licitación tras la aprobación del Plan Especial.
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