Aprobadas las bases para las ayudas a discapacidad en Santa Cruz de Tenerife

Disminuyen los requisitos económicos para la percepción de ayudas, facilitando el acceso a las mismas a personas de escasos recursos económicos

El Consejo Rector del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS) de Santa Cruz de Tenerife aprobó este lunes las bases reguladoras de las ayudas individuales para personas con discapacidad, que se actualizan 16 años después de la última revisión, recogiendo más del 90% de las aportaciones planteadas por colectivos y especialistas durante un año de trabajo.

El Ayuntamiento informa en una nota de que se trata de 22 líneas distintas, que de las que podrán ser beneficiarias personas empadronadas y residentes en Santa Cruz de Tenerife que ostenten la condición legal de personas con discapacidad y cumplan los requisitos que se mercan para cada uno de los tipos de ayuda.

Concretamente, se agrupan en nueve grupos distintos, encaminadas a cubrir necesidades vitales como la rehabilitación, asistencia especializada, eliminación de barreras o movilidad, además de líneas específicas para comedor, transporte o formación. Las cuantías máximas anuales oscilan entre los 1.000 y los 6.000 euros en función del tipo de ayuda.

El concejal de Atención Social, Óscar García, destacó “la excelente labor de los técnicos del IMAS, que se han ajustado a la nueva normativa en esta materia, en un proceso muy participativo que arrancó de la comisión técnica”, en concreto el Real Decreto Legislativo 1/2013, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad.

“Con estas nuevas bases, que esperamos puedan entrar en vigor cuanto antes y constituyan una base sólida para el futuro, evitamos al ciudadano el prepago de los servicios, tratamientos, prótesis y cualquier tipo de ayuda”, declaró García, quien destacó que “la propuesta inicial parte de más de treinta entidades que trabajan en el municipio, y es susceptible de ser mejorada y enriquecida con nuevas aportaciones”.

Estas nuevas bases se adaptan a las necesidades de las personas con discapacidad, no solo desde la perspectiva de la actualización de cuantías, sino de la creación de nuevas prestaciones que vienen a mejorar su situación personal, familiar y laboral.

Además, disminuyen los requisitos económicos para la percepción de ayudas, facilitando el acceso a las mismas a personas de escasos recursos económicos.

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