El barrio de Salamanca exige el refuerzo en los puentes ante los frecuentes suicidios

La muerte de una mujer, acaecida al mediodía de ayer, se une a una larga lista de fallecidos en la zona; los vecinos empiezan a recoger firmas
Efectivos de los servicios de emergencias desplazados ayer al puente de Javier de Loño tras arrojarse al vacío la mujer fallecida. L@s Jardiner@s
Efectivos de los servicios de emergencias desplazados ayer al puente de Javier de Loño tras arrojarse al vacío la mujer fallecida. L@s Jardiner@s

Hartazgo vecinal por el enésimo suicidio que tiene como escenario el puente de Javier de Loño, más conocido popularmente como el puente de Loño, en la capital tinerfeña. Una joven mujer se arrojó ayer al vacío desde dicha infraestructura, por cuya reforma claman los vecinos del barrio de Salamanca y alrededores, que se rebelan a convivir con esta tragedia que, cual bucle macabro, se repite desde hace lustros.

Fue minutos después del mediodía de ayer cuando la triste noticia se extendió como un reguero de pólvora en la zona, cuyos habitantes saben de sobra que, cuando se produce este hecho, suele repetirse en varias ocasiones durante las semanas siguientes, con independencia de que se divulgue o no tal hecho.

La muerte de esta mujer llega en plena movilización de los vecinos, que en apenas un mes han recogido más de medio de centenar de firmas (una cifra nada desdeñable para este barrio plagado de viviendas unifamiliares) para solicitar a las autoridades pertinentes el aumento de las vallas de los dos grandes puentes que permiten circular sobre el barranco de Santos: el ya referido de Javier de Loño y el de Zurita.

Tal medida se considera efectiva en el imaginario popular santacrucero por las experiencias vividas en el puente de Chamberí y, sobre todo, en el puente de Galcerán, otrora foco de atracción para los que ceden al dramático fracaso existencial que implica quitarse la vida.

Precisamente, la subida de las vallas que se realizó en Galcerán se antoja como la más razonable para el barrio de Salamanca, si bien la mencionada recogida de firmas que impulsa la Asociación de Vecinos La Arboleda deja la elección del remedio a las autoridades pertinentes.

Tal y como recuerda el vocal de Relaciones Públicas de dicha asociación, Juan Marichal: “Lo único que solicitamos es que se adopten las medidas de seguridad necesarias que se estimen para terminar de una vez con estos hechos”. Admite Marichal que en su día recibió promesas desde el Ayuntamiento santacrucero. “No dudo de quien comprometió su palabra, pero hoy [ayer para el lector] ha muerto otra persona y entendemos que se debe actuar con más premura”.

Mientras las autoridades se deciden, en el barrio de Salamanca se respira con nitidez el hartazgo propio de quienes se sienten impotentes para luchar contra un drama con el que conviven cerca desde hace tanto, y las hojas para la recogida de firmas se fotocopiaban ayer una y otra vez para ponerlas a disposición de los clientes en los negocios del comercio local que pervive en esta parte de la capital.

El doble de muertos que por el tráfico y el 20% más desde la crisis
El suicidio es el síntoma más elocuente del grave problema que padece España a cuenta de la salud mental. Ya en 2014 los fallecidos por esta causa en nuestro país duplicaban a las víctimas mortales de la inseguridad vial, y las cifras del INE registran una subida del 20% en la incidencia de la autolisis en el período 2007-2014, para un total de 3.910 muertes por suicidio, la cifra más alta de los últimos 25 años a pesar de que la tasa es baja comparada con otros paises de la UE. Atisbada tal tendencia ascendente, urgen medidas

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