El Carmen revive al Santa Cruz marinero

Un total de 110 embarcaciones y alrededor de un millar de personas no quisieron faltar a la tradicional procesión marítima y terrestre

Cerca de un millar de personas acompañaron en la tarde del sábado a la Virgen del Carmen en la celebración de su día en la capital tinerfeña. Los actos en honor a la patrona de los marineros se iniciaron sobre las 18.00 horas con la eucaristía que tuvo lugar en la Parroquia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción, a la que le siguió la procesión terrestre hacia el puerto de Santa Cruz.

En esta ocasión, a diferencia de otros años, la venerada imagen utilizó la nueva pasarela para acceder hasta la infraestructura portuaria, que se encuentra en las inmediaciones del Cabildo tinerfeño. Tras recorrer la avenida de los Visitantes Ilustres, la procesión se dirigió hasta el muelle donde se honró a la Virgen con la Salve Marinera, a cargo de la Coral Polifónica del Círculo de la Amistad XII de Enero. Aproximadamente a las 20.30 horas dio comienzo el tradicional embarque para la procesión marítima en el Muelle Sur. Un total de 110 embarcaciones -el año pasado fueron ochenta- acompañaron a la Reina de los Mares en su paseo. Además, como novedad, se llevó a cabo la suelta de palomas mensajeras. Durante la procesión marítima se realizó el homenaje floral a los fallecidos en el mar, con el lanzamiento de una corona de flores al agua y el cantante Chago Melián le dedicó la la Virgen el tradición el Ave María. Alrededor de las 21.30 horas finalizó el recorrido por mar, tras el cual la imagen regresó al templo.

Historia

En Santa Cruz, la devoción por la Virgen del Carmen data de 1670. La imagen se hallaba en la parroquia de La Concepción y pertenecía a Margarita de Vera, que la había heredado de su padre, el capitán Cristóbal Perdomo de Vera. A su muerte la dejó a María Agueda Vande, madre de Rodrigo e Ignacio Logman, vicario y beneficiado de la parroquia, quienes comenzaron a ofrecerle culto religioso a partir de 1720, construyéndole una capilla con su retablo y sacristía. La primera procesión de la Reina de los Mares en la capital, realizada en 1720, estuvo acompañada de todas las cofradías de la parroquia, a las que seguía la Cruz Fundacional. En 1919 para agradecer a la Virgen la llegada de la Paz tras la I Guerra Mundial fue llevada en procesión hasta el muelle y realizar un paseo marítimo.

Una devoción propia de los hombres de la mar

“La devoción a la Virgen del Carmen es propia de los hombres y mujeres de la mar y de tierra, pues todos somos marineros a la hora de capear tempestades y huir de los enemigos; pero los hombres de la mar la utilizan como abogada suya, pues la invocan para pedir protección, confianza y seguridad ante las dificultades”, explica el historiador José Manuel Ledesma.

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