Un rato con los amigos

Disfruté mucho el miércoles, en una comida que organizó Sergio Canino, gerente de Los Sabandeños, y a la que asistieron Elfidio Alonso, el también lagunero Celso Albelo, considerado como uno de los tenores líricos ligeros mejores del mundo, Juan-Manuel García Ramos, Aurelio González, viceconsejero de Cultura, y un servidor

Disfruté mucho el miércoles, en una comida que organizó Sergio Canino, gerente de Los Sabandeños, y a la que asistieron Elfidio Alonso, el también lagunero Celso Albelo, considerado como uno de los tenores líricos ligeros mejores del mundo, Juan-Manuel García Ramos, Aurelio González, viceconsejero de Cultura, y un servidor. No conocía personalmente a Celso, un tío encantador, sencillo y sin que se le haya subido la fama a la cabeza. Un almuerzo fantástico en El Pole, que -hecho insólito- nos cambió el mantel a mitad de la comida y nos adornó el bistec empanado con piña y melón, una exquisitez. Celso tiene firmados contratos hasta 2020 y ha parado de firmar para ver qué hace, porque es mucho tute. No olvida a su tierra, viene cuando puede y Elfidio y él han sido nombrados hijos predilectos de La Laguna, por unanimidad de la corporación, cosa muy rara. Una vez me iban a dar a mí la Medalla de Oro del Puerto de la Cruz y se opusieron PSOE y PP, por lo que creo que era merecida. Pedí que retiraran la propuesta, aunque la hubiera recibido con los votos del resto. Mi pueblo es muy agradecido: le regalé 5.000 volúmenes de mi biblioteca, entre ellos la colección completa de un cuarto de siglo de Canarias Confidencial, y los tienen en un cobertizo. Enhorabuena. También le regalé el bastón de mando con empuñadura de oro de mi bisabuelo, que fue alcalde, igual que mi tatarabuelo, y yo no lo veo en la vitrina. A ver si se lo mamó alguien. Como dice el mago, mal limpiadito oro, que lo hubiera yo pulido en los actuales momentos de crisis. Bueno, pues la jornada gastronómica en el templo del bistec empanado fue estupenda. Y mucho que me alegro.

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