Rellenar los hoyos

Por una vez estoy de acuerdo, y que no sirva de precedente, con Luisi Castro, alcaldesa de Güímar. Luisi aplaude el proyecto del ingeniero Diego Vega La Roche de convertir en balsas los agujeros de los áridos, en aquel valle

Por una vez estoy de acuerdo, y que no sirva de precedente, con Luisi Castro, alcaldesa de Güímar. Luisi aplaude el proyecto del ingeniero Diego Vega La Roche de convertir en balsas los agujeros de los áridos, en aquel valle. Si no fuera por estos áridos no se habría podido construir Tenerife y todos estaríamos pidiendo limosna, digan lo que digan los fiscales y los jueces. Y una maravillosa forma de aprovechar los huecos y de compensar al medio ambiente es llenándolos de agua para regadío. Pero parece que el Cabildo se opone. Siempre hay voces discrepantes y más en esta tierra de mentecatos, en donde cualquier idea más o menos brillante se machaca hasta que desaparece. Si Fernando Clavijo se ha empeñado en enmendar la maraña de leyes sobre el territorio con una sola Ley del Suelo, definitiva y adecuada, habría que suprimir también la intervención de la maraña de organismos: Estado (Costas incluida), Gobierno de Canarias, cabildos y ayuntamientos, que gozan dándose palos unos a otros y emitiendo opiniones contradictorias para joder al inversor y terminar de cargarse las islas. Lo que en Estados Unidos se saldaría con un papel y un inspector, aquí se sustancia -cuando se sustancia- con funcionarios, políticos, jueces y fiscales, en una locura interminable, en un disparate difícil de asumir. A mí me parece excelente el proyecto de Diego Vega, que cuenta con el apoyo de Antonio Plasencia, una persona decente, un empresario inteligente y prestigioso, al que algunos disfrutan machacando. Porque aquí se trata de machacar al que triunfa.

TE PUEDE INTERESAR