Terapia de caballo

El Centro Hípico del Sur, situado en el municipio de Arona, ofrece desde hace 12 años, cada semana, tratamiento gratuito con equinos para niños que padecen alguna discapacidad física o psicológica
Niños sin ninguna discapacidad, como los que aparecen en las fotos, disfrutan también de los caballos./ J. C .M.
Niños sin ninguna discapacidad, como los que aparecen en las fotos, disfrutan también de los caballos./ J. C .M.

Los avances que produce la hipoterapia, el tratamiento orientado a la rehabilitación de personas con alguna discapacidad, tanto a nivel físico como psicológico, con el caballo como herramienta terapéutica, saltan a la vista en el Centro Hípico del Sur.

El recinto, situado a la altura de Parque La Reina (Arona), justo por encima de la autopista, se ha especializado en esta actividad dirigida a menores, y desde hace 12 años, entre septiembre y junio, acoge semanalmente sesiones con niños de toda la comarca sur e, incluso, de otros lugares de la Isla con síndrome de Down, problemas de motricidad, autismo o algún trastorno psicológico.

La terapia, que es gratuita, consiste en una jornada de convivencia con los equinos, a los que cepillan, duchan, preparan y, finalmente, montan, siempre con la ayuda de profesionales. “Se produce una mejoría en el movimiento y en el plano psicológico, hasta el punto de que algún niño autista ha hablado conmigo y muchos no paran de abrazarte; es lo más gratificante que puede haber y a veces no puedes contener la emoción”, afirma Rebeca Hernández, una de las propietarias y monitora que destaca los beneficios de esta terapia en el equilibrio, la activación de músculos y articulaciones mediante el calor y el movimiento del caballo y en la mejora de las relaciones interpersonales de los niños y en su propio estado de ánimo.

Pero ¿cómo se comportan los caballos? “Reaccionan muy bien, se dejan hacer de todo por los niños, se relajan y sacan su lado más noble”, apostilla. El centro también trabaja con menores que residen en hogares y próximamente pondrá en marcha sesiones específicas para mujeres que han sufrido malos tratos y sus hijos, también de forma gratuita.

Para principiantes y competidores
El Centro Hípico del Sur abrió sus puertas oficialmente en 1994 y se extiende sobre una superficie de siete hectáreas. Pedro Hernández Vaye, empresario fundador, ha sido el artífice de que este recinto sea un referente en la Isla y que tenga cada vez más actividades. Actualmente dispone de una pista de galope de 580 metros de extensión, otra para concursos, una tercera para calentamientos y una última que funciona como escuela para principiantes. El club ofrece clases de hípica tanto para principiantes (desde los cuatro años) como para competidores. Las instalaciones cuentan con 88 caballos, de los que 48 tienen propietarios, y 117 cuadras (46 exteriores y 71 interiores), además de un almacén de 600 metros cuadrados donde se concentra la comida de los animales. La oferta de instalaciones también incluye cafeterías y varias canchas de pádel.

Actualmente, las tareas de dirección del centro se reparten entre él y sus cuatro hijas. Pedro Hernández Vaye destaca la apuesta por la calidad del servicio y pone como ejemplo la arena de geofibra de las pistas, un material especial, compacto, importado de Arcos de la Frontera (Cádiz), que no levanta polvo y que supone la superficie más cómoda para los tendones y articulaciones de los caballos. Colaboran con el Ayuntamiento de Arona en determinadas acciones “que no suponen desembolso alguno de dinero público; están encantados con nosotros”, apunta.

Su hija Rebeca subraya asimismo que este deporte es “para todos, no solo para ricos” y pone como ejemplo de ello las tarifas del centro: 18 euros la hora con profesor y 6,50 media hora si es con bono.

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