Germán López: “Es un orgullo hablar de Canarias por todo el mundo”

Hace dos años jamás se hubiera imaginado que con tan solo 10 minutos de concierto se fijarían en él para emprender una aventura internacional, pero las oportunidades están donde nadie las espera
GERMÁN LÓPEZ TIMPLE
GERMÁN LÓPEZ TIMPLE
Germán López, timplista. / DA

Por Natalio Cruz Duque

Germán López no es consciente de todo lo que está viviendo. Ya ha comenzado a viajar de un país a otro mostrando los sonidos del timple por medio mundo. Nunca ha renunciado a los orígenes de su instrumento, pero le gusta experimentar y se esfuerza por aprender cada día algo nuevo. Hace dos años jamás se hubiera imaginado que con tan solo 10 minutos de concierto se fijarían en él para emprender una aventura internacional, pero las oportunidades están donde nadie las espera y, de repente, uno de sus sueños se hizo realidad. Ahora se prepara para dar el salto al otro lado del charco con una gira insólita.

-Esta gira marca un hito dentro de la música canaria. Es especialmente significativo que se llegue al público internacional con nuestra música.

“¡Y que con un instrumento como el timple tengamos la oportunidad de recorrer el planeta nos parece doblemente interesante! Con otro tipo de música es más previsible que con un proyecto en torno a la música de raíz, aunque no por previsible deja de ser importante. En 2016 serán 19 fechas en Estados Unidos, Canadá y otros países de Europa. En 2017, que es cuando daremos el salto a Asia, solo en China tenemos ya alrededor de 15 fechas confirmadas. Tendremos conciertos sueltos y dentro de festivales. Tocaremos tanto al aire libre como en teatros, auditorios o salas pequeñas”.

-Parece que el timple gusta en todo el mundo.

“Por lo que me han comentado muchas veces al terminar los conciertos, lo que más les llama la atención son sus enormes posibilidades. Cómo siendo un instrumento tan pequeño y tan agudo tiene tantos registros y tantas posibilidades de estilo. El timple es muy versátil y en todos los lugares donde he estado la acogida ha superado mis expectativas”.

-Ha formado un dúo con Antonio Toledo.

“Él es un guitarrista de San Fernando (Cádiz), pero lleva muchos años trabajando en Madrid. Ha tocado con Serrat, Sabina, Víctor Manuel y Ana Belén, Luis Pastor, Javier Ruibal… Aunque tengamos un repertorio cerrado, en todos los temas hay improvisación. Eso hace que los conciertos sean especiales, porque no hay dos iguales”.

-Salvo Canadá y algún que otro país europeo, será la primera vez que visite los países que engloba la gira.

“En Canadá solo estuve en Vancouver el año pasado. En Europa he estado en Newcastle (Inglaterra) con Yul Ballesteros y en Polonia, Budapest (Hungría) y Alemania en solitario. ¡Eso le añade mucha más emoción!”.

-No hace tanto decían de usted que era una joven promesa, ahora da la impresión de que se consolida como una referencia del timple.

“Eso no soy yo quien debe decirlo. Es cierto que llevo menos tiempo que otros músicos, pero ya son algunos años en la carretera y mi objetivo siempre ha sido trabajar, esforzarme y tener ganas de sentarme a tocar y estudiar el instrumento. La percepción que se tenga de eso no depende de mí. En cualquier caso, si fuera cierto, es un halago enorme. Influir en otra gente es una responsabilidad, porque hay que hacer las cosas bien, pero también es un gran estímulo. Significaría que el trabajo que llevo haciendo durante estos años tiene respuesta y genera una demanda por parte de quienes lo escuchan”.

-La gira viene acompañada de un nuevo disco: Canela y limón.

“Nos pareció interesante hacer un disco en el que la gente pudiera escuchar lo que va a percibir en los conciertos. Son temas de discos anteriores y alguna versión en acústico. Nos parecía lo más honesto y una manera de consolidar el dúo, ya que los anteriores discos siempre los había grabado con banda. ¡Quién nos iba a decir que con este formato tan reducido íbamos a tener todos los conciertos que tenemos por delante!”.

-¿De dónde viene el título?

Canela y limón es uno de los temas incluidos en De raíz. A mí me gusta tomarme el café con canela y corteza de limón, pero el título no tiene ningún significado más allá de lo anecdótico. Simplemente sucede que ese tema resume muy bien la música que hacemos”.

-Es muy exótico…

“Hay improvisación, mucho rasgueo y melodías que hacen guiños a nuestro folclore, pero al mismo tiempo es festivo como una rumba flamenca. Es una declaración de intenciones de todo lo que ocurre en mi música”.

-Quizá lo llamativo sea que, pese a la repercusión que está teniendo el instrumento, en la Península sea prácticamente un desconocido.

“Esto va a suponer que en muchos lugares del mundo no solo se conozca el timple en su dimensión más amplia, porque intentamos ofrecer un repertorio en el que se pueda escuchar música tradicional abierta a la experimentación y a la fusión, sino que también se conozcan nuestras islas. Para mí es un orgullo muy grande poder hablar de Canarias por todo el mundo. En la línea de lo que comentas, hay paradojas en todo esto. Voy a irme un mes de gira a Estados Unidos y Canadá y aún no he tocado ni presentado mis discos en Fuerteventura, por ejemplo. Son cosas que te hacen alucinar, pero es la realidad que tenemos, hay que asumirla y luchar para que cambie”.

-¿Qué sucede para que la música canaria, pese a su calidad, no logre salir de nuestras islas o lo haga solo en contadas ocasiones?

“En Canarias hay músicos extraordinarios y proyectos que están al nivel de cualquier producción que exista en el mundo. Quizá es una cuestión de insularidad y de lo costoso que puede llegar a resultar desplazarse, pero no tengo respuesta para esa pregunta”.

-Quizá el público canario hace la vista gorda al talento isleño.

“No sé si eso es aplicable al público canario o al público local en general. Cualquier músico en su tierra tiene más complicado convencer, pero la verdad es que no me puedo quejar. Me siento muy bien en Canarias, puedo trabajar y a día de hoy me estoy dedicando a la música exclusivamente. Desarrollo el 95% de mi trabajo en Canarias, tengo motivos para estar agradecido”.

-Ha dejado su labor docente para dedicarse a la música.

“Durante muchos años las he compatibilizado, pero decidí arriesgarme. De hecho, ya presenté la documentación para pedir la excedencia definitiva. Era una cuestión vital, no quiero quedarme con la espinita clavada y dentro de 30 años pensar que nunca lo intenté. Un músico es músico 24 horas, no se puede ser músico de ocho a tres”.

-La música en las aulas ha perdido mucho peso últimamente.

“Es una pena porque poner a los jóvenes en contacto con todo lo que la música puede aportar es fundamental. Acabamos de salir de unas elecciones, la gente que nos gobierna es la que hemos elegido, así que de alguna manera tenemos lo que nos merecemos. Podemos quejarnos, pero también tenemos la posibilidad de cambiar las cosas y a veces no lo hacemos”.

-Hizo un proyecto para acercar el timple a los más pequeños.

“Se llama ¿Qué sabes del timple? Pregúntale a German López. Mediante un concierto didáctico con un lenguaje teatral adaptado a niños de entre 6 y 12 años hablo de la historia del timple, de los músicos más destacados y de las posibilidades del instrumento”.

-Le habrá traído recuerdos de cuando tenía cinco años y comenzaba a tocar…

“¡Exactamente! De hecho, el hilo conductor de toda la obra es mi vida. Entendimos que una buena manera de poder guiarme y hablar de toda la evolución del timple era haciendo guiños a mis recuerdos. Los niños alucinan cuando descubren que con un timple se puede tocar un tema de Michael Jackson o de Bob Marley. No se esperan que con un instrumento como este se pueda hacer ese tipo de música. Precisamente por eso hicimos este proyecto, creímos que sería interesante tocar con él cosas que no se hubieran tocado antes”.

-Da la sensación de que no conocemos nuestro propio acervo musical.

“Todo el mundo sabe que el timple existe, que es el instrumento típico de Canarias, pero no todo el mundo sabe las enormes posibilidades que tiene el instrumento. Hay timplistas extraordinarios en todas las islas. Los pasos que se están dando históricamente hablando son hacia delante, pero hay mucho camino por recorrer. El timple no deja de ser un instrumento joven. Seguimos teniendo la tarea pendiente de su institucionalización en la enseñanza reglada. Es algo fundamental para poder formarse con calidad y conocer el instrumento con rigor”.

-Usted no quiere acomodarse.

“El día que me levante por la mañana y no tenga la ilusión de probar algo nuevo, cuelgo el timple y se acabó. La faceta experimental para mí es fundamental y es lo que me alimenta. No saber qué va a ser lo próximo que va a ocurrir es lo que más me motiva. ¡Hay tantas cosas que me gustan y me atraen que a veces es un poco angustioso! Tienes que reinventarte permanentemente, pero al mismo tiempo es una motivación. Esto no es un trabajo, es una vida”.

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