Las colonias de gatos centran gran parte de las alegaciones a la ordenanza de animales

Medio Ambiente estudia las 18 aportaciones presentadas a la norma que regula la tenencia de mascotas y que se aprobará en septiembre
En lugares como El Toscal hay solares en los que los vecinos dejan comida y agua para los gatos que moran en ellos. / DA
En lugares como El Toscal hay solares en los que los vecinos dejan comida y agua para los gatos que moran en ellos. / DA

El pasado sábado, 20 de agosto, finalizó el plazo de alegaciones a la Ordenanza de Tenencia de Animales de Santa Cruz de Tenerife, que se encuentra en fase de aprobación definitiva, una vez que obtuvo luz verde inicialmente en el pleno del pasado mes de julio. Según confirmó ayer la concejalía de Medio Ambiente, se han presentado un total de 18 alegaciones, aunque matizan desde la concejalía, que la mayoría tienen que ver más con aclaración de dudas que con alegaciones propiamente dichas. Con respecto a los temas más consultados, la mayoría tienen que ver con la regulación de las colonias de gatos en la capital, en la que, por primera vez, estarán controladas. La concejalía no supo detallar el contenido de las mísmas pero sí que en estos momentos, los técnicos municipales ya se encuentran analizándolas para comprobar cuáles son susceptibles de ser incorporadas a la ordenanza y cuáles no por ya estarlo o por no ser procedente.

Desde el área de Medio Ambiente, que dirige el popular Carlos Correa, se matiza que “solo han sido 18 alegaciones porque se había hecho mucho trabajo previo con todas las partes implicadas en el borrador inicial”. La idea de Correa es que la ordenanza pueda estar lista para su aprobación definitiva en el Pleno de septiembre.

En cuanto a las colonias de gatos, existen algo más de un millar de estos animales viviendo en la calle, según calcula el Ayuntamiento, felinos que se distribuyen aproximadamente en unas 26 colonias por sitios tan dispares como El Toscal, La Salud o Valleseco. La nueva ordenanza de tenencia de animales de Santa Cruz, regula la situación de estas colonias, de forma que dejan de depender de programas o convenios para pasar a estar reguladas por la norma municipal.

La principal novedad que introduce la normativa municipal está en que las personas que habitualmente se encarguen de su cuidado, los alimentadores, tendrán que darse de alta en un censo municipal para poder seguir ejerciendo esta actividad. De no hacerlo, advertía el concejal antes del periodo de alegaciones, “no nos quedará más remedio que retirar los gatos y entregarlos a Valle Colino para que se hagan cargo de ellos”.

Darse de alta en este censo lleva aparejado una serie de compromisos que los cuidadores deben cumplir. El primero de ellos pasa por comunicar el número de miembros de la colonia, su esterilización y la colocación del correspondiente chip. También es obligatorio que a la hora de alimentar la colonia se haga con pienso seco, colocar la comida y esperar a que se alimenten para luego retirarla. Esto impidiendo la acumulación de comida, mejorando así la salubridad de las colonias.

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