El Barça empieza a lo grande

No hubo dudas esta vez en el FC Barcelona, que sí fue rápido a abrir espacios y a buscar el área contraria. Ni Celtic replegado atrás ni líneas juntas sirvieron para despachar a un equipo que se mostró insaciable.
Foto REUTERS
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El FC Barcelona ha ganado este martes al Celtic FC en el Camp Nou (7-0) en la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones en un partido donde se resarció de la reciente derrota ante el Alavés en LaLiga Santander y donde cogió carrerilla, a la par que envió un mensaje en forma de goleada a los rivales, en su intento de llegar a Cardiff para recuperar el trono europeo perdido.

Salió a por todas el Barça, en una versión letal basada en una presión asfixiante y un ritmo alto de juego que impidió al Celtic repetir la fórmula del equipo vitoriano para salir triunfante del feudo blaugrana (1-2). De hecho, Leo Messi apenas tardó poco más de un minuto para abrir la lata y firmar el primer de sus tres goles, un ‘hat-trick’ con el que confirmó estar recuperado de sus molestias musculares.

No sólo fue la noche de Messi, sino que Neymar se sumó a la fiesta con gol de falta directa y varias asistencias de gol, redimiéndose a nivel particular de su mala actuación el sábado tras haber estado más de cien días ausente por compromisos con Brasil, oro olímpico incluido. Y para completar el buen hacer del tridente Luis Suárez hizo el ‘siete’ con un doblete final a su nombre.

El veterano portero holandés no estuvo acertado y no contribuyó a llevarse menos goles en contra. Pero el Barça, convertido en una apisonadora, disparó hasta una quincena de veces a portería, nueve de ellas a puerta y otra más al palo, obra de un Messi en busca de jugar al póquer. Los blaugranas tuvieron el atino que les faltó ante el Alavés, y además anularon a los escoceses dejándoles tocados moralmente.

Sin duda, Brendan Rodgers hubiera preferido cambiar el día del partido para no pagar los platos rotos. Incrédulo, indefenso, brazos cruzados en banda, asistió a la goleada y vivió en sus carnes el tener en contra a Luis Suárez, a quien tuvo y vio brillar en el Liverpool. El Celtic, convertido al final en un muñeco roto, salió vapuleado y deberá quitarse ahora de encima el estigma de rival más débil del grupo.

Con una presión alta, ayudas infalibles y recuperaciones exprés, el Barça puso las bases del triunfo. Y, con el gol como constante a diferencia de lo sucedido tres días atrás, llegó el triunfo y con holgura. No bajó el ritmo el equipo de Luis Enrique, que esta vez apenas hizo rotaciones. Puso casi el once de gala con André Gomes y Samuel Umtiti como novedades, y ambos rayaron a gran nivel, ovaciones incluidas para ambos.

Quizá poco a poco sí pueda ir cambiando piezas el técnico asturiano sin que el equipo se resienta. Quizá el Alavés sea un oasis en el desierto, un islote perdido en el mar de goles por el que pretende navegar el Barça según mostró esta noche. Y es que se vio a un equipo catalán sólido, sin dudas, ávido de demostrar que aquello fue un accidente del que tomar nota y con el ‘virus FIFA’ como añadido en el apartado de contras.

No hubo dudas esta vez en el FC Barcelona, que sí fue rápido a abrir espacios y a buscar el área contraria. Ni Celtic replegado atrás ni líneas juntas sirvieron para despachar a un equipo que se mostró insaciable. Así querrán ir a Cardiff por mucho que les vaya a ser imposible imponer tanto su juego y con tanto acierto en partidos venideros. Pero este aviso, claro y contundente a los rivales, ya está en cartel. Que sea firme o no dependerá del Barça y de los rivales que puedan estar por llegar.

De la montonera de goles hubo para todos los gustos. De jugada colectiva, de asociación entre Neymar y Messi, otros con el argentino fabricándose él mismo la jugada. De falta directa, como el del ’11’, y hasta de jugada ensayada. No falló el tridente y se sumó a la fiesta el capitán Andrés Iniesta, entrado al descanso, con una volea imparable a pase del visionario Neymar.

Atrás estuvieron a gran nivel Piqué y Umtiti en la dupla central. Además, el resultado del partido permitió a Luis Enrique dar descanso a Sergio Busquets y probar a André Gomes, que había rendido muy bien como interior, como mediocentro defensivo, y cumplió. Marc-André Ter Stegen, de vuelta con el alta médica, cuajó un buen partido y subsanó con el penalti parado su error previo provocándolo. Un 7-0 que deja el buen sabor de boca perdido a una afición reivindicativa y contraria a la UEFA.

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