“No disparen, él no va armado. No le disparen”. Es lo que no dejaba de gritar la esposa de Keith Lamont Scott, el hombre negro de 43 años que murió en Charlotte a manos de la policía, y que se escuchan claramente en el vídeo que ella misma grabó y que ha salió a la luz este viernes.
Las imágenes muestra la tensión vivida en ese momento, mientras la mujer le decía a la policía que Scott no tenía ningún arma y que este sufre una lesión cerebral traumática y de que acaba de tomar su medicina. Los agentes hicieron oídos sordos y finalmente tirotearon al hombre.
“¿Le habéis disparado? ¿Le habéis disparado? Será mejor que esté vivo. Yo sé demasiado y es mejor que esté vivo. No, no me voy a acercar, voy a seguir grabando”, le dice a los agentes de policía.