Fábrica de parados

Canarias es una de las Comunidades Autónomas con menos universitarios entre la población joven, concretamente el 31%, frente al País Vasco y Asturias, cuya población joven universitaria asciende al 54,2% y 52,9%, respectivamente. Es evidente que algo está ocurriendo para que las universidades canarias no resulten atractivas para los jóvenes. Y lo que es peor. Algo se está haciendo mal cuando nuestros jóvenes no perciben que en la enseñanza superior tienen una salida profesional. No sé si la ULL es una fábrica de hacer parados o, simplemente, decir esto es una exageración, pero desde luego, mientras el rector de la ULL, Antonio Martinón, basa su discurso en que el futuro de Canarias pasa por invertir en I+D, los alumnos siguen saliendo sin trabajo. No me canso de repetir que la relación universidad-empresa debe ser la base del mercado laboral. Una universidad conectada con el mercado laboral es eficiente. Una universidad que obvia la demanda laboral y continúa manteniendo facultades y cátedras que finalmente no sirven sino para aumentar las listas del paro, es ineficiente. Y desde luego, el rector no puede justificar la ineficiencia de la ULL en los empresarios o, lo que es peor, en la falta de presupuesto. Después de 26 años, el rector se carga el servicio de psicomotricidad por falta de presupuesto y le envía un misil en forma de reproche presupuestario al presidente del Gobierno, Fernando Clavijo. Pero, sin embargo, el rector es incapaz de reducir otros gastos para mantener este servicio. La ULL es una máquina de gastar y no, precisamente, por formar a los alumnos. Por algo estamos a la cola en cualquier ránking universitario. Eso sí, se cuelga las medallas sociales, cuando desde hace mucho tiempo que la universidad ha perdido su carácter social e intelectual. ¿Dónde está la ULL en cualquier debate social y económico de Canarias? No sé pero me da que el rector antepone la política al deber social de ULL. Esperemos que la vicepresidenta, Patricia Hernández, corrija esta situación porque ya son muchos los frentes abiertos en el pacto. Entre Granadilla, Sanidad y los dardos que últimamente Martinón está lanzando a CC, la pobre vicepresidenta no gana para disgustos…