Núñez justifica el crédito en la solvencia de Plasencia y la oportunidad de negocio

El entonces presidente de CajaCanarias asegura que Amid Achi le comunicó su interés en participar en la compra de los terrenos
Caso Las Teresitas
Rodolfo Núñez, expresidente de CajaCanarias, ayer en Santa Cruz. ANDRÉS GUTIÉRREZ
Rodolfo Núñez, expresidente de CajaCanarias, ayer en Santa Cruz. ANDRÉS GUTIÉRREZ

El que fuera presidente de CajaCanarias cuando se concedió el préstamo a los empresarios que compraron los terrenos en Las Teresitas, Rodolfo Núñez, justificó ayer que no se pidieran más avales que tales parcelas en la solvencia acreditada por un hombre de negocios del nivel que ya tenía Antonio Plasencia y la oportunidad de negocio que, a su juicio, se abría para la Caja ante la futura construcción en la zona. Cabe recordar que en el momento en que se ejecuta la operación (1998) aún estaba vigente un planeamiento que permitía hoteles de gran altura en el frente de playa, si bien los denunciantes siempre sospecharon que los empresarios ya sabían de la sentencia del Supremo que se hizo pública en esos días y que redujo la edificabilidad en la zona. Núñez realizó tales manifestaciones al declarar como testigo en el juicio penal que se sigue en la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife desde la semana pasada y en el que se piden penas de cárcel a trece acusados, entre ellos el propio Plasencia, su socio en la operación (Ignacio González Martín) y los exalcaldes de la capital tinerfeña Miguel Zerolo y José Emilio García Gómez.

Cuestionado sobre si no le sorprendió la presencia de un desconocido junto a Plasencia (de nombre Felipe Armas, un empleado de González ya que éste era miembro de aquel Consejo de CajaCanarias y no podía figurar), Núñez explicó que Plasencia le dijo que ya buscaría más socios. Cuestionado sobre si no le preocupó dar el mayor crédito de la historia de la caja a una empresa creada ex profeso, replicó que en absoluto dado que este tipo de prácticas son habituales. Respecto a que dicha operación llamó la atención a testigos anteriores por la gran celeridad con la que se cerró habida cuenta su volumen (5.500 millones de pesetas), quitó hierro al asunto y hasta comentó que no se hizo “en seis días”.

También se le preguntó por la negativa inicial de otro miembro del consejo, el también empresario Amid Achi, que testificó haberse abstenido finalmente tras recibir amenazas, Núñez recordó que entonces le extrañó porque siempre se adoptaban los acuerdos por unanimidad y además Achi le había comentado su interés en participar del negocio.
Llamó la atención el hecho de que se le preguntase por el cobro de unos cuatro millones de euros que, con posterioridad a la concesión del crédito, recibió de Plasencia el principal testigo de ayer. Núñez justificó tal circunstancia en que había pedido ayuda al empresario de candelaria para iniciar su andadura con Binter Canarias, la empresa de la que llegó a ser director general y de la que hoy sigue siendo uno de los principales accionistas.

Otros detalles de la testifical de Núñez, en la que no faltó algún roce dialéctico con las acusaciones, pasaron por la proclamación de su estrecha amistad con el propio Plasencia (“lo conozco desde niño”) y con el expresidente del Gobierno de Canarias y exalcalde de Santa Cruz de Tenerife, Manuel Hermoso. Tampoco dudó en mostrar sus inclinaciones políticas al reconocer que tiene “el carné de ATI”, la agrupación insularista que se acabó disolviendo en la actual Coalición Canaria.

El hallazgo de los nuevos documentos y el millonario juicio civil pendiente de sentencia

La que fuera jefa de los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife Isabel Cubas cerró ayer la primera semana de testificales del juicio penal sobre el caso de Las Teresitas en lo que se convirtió en una suerte de continuación del testimonio prestado el día anterior por el exletrado municipal Ruymán Torres, con el que coincidió prácticamente en todo. Destacar como mayor novedad que en las anotaciones al margen de los documentos hallados por Torres en 2013 y que sostienen la hipótesis de que los terrenos nunca dejaron de ser públicos Cubas dijo que se puede leer la palabra “recuperables”. Aleccionados tras la sesión de Ruymán, los defensores remontaron en lo posible, como cuando defendieron la idea de que tampoco es tan inusual guardar documentos bajo llave. Sin que se le preguntara expresamente, Cubas dijo en un momento determinado que el hallazgo no se produjo con vistas al juicio civil pendiente de sentencia al final de esta causa, lo que arrancó una sonrisa de satisfacción en la bancada que agrupa a los abogados de los empresarios.

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