Se busca en el Archivo Diocesano la pista definitiva sobre Fernando Guanarteme

Antes de dar el paso del estudio arqueológico en la ermita, hay que encontrar una prueba documental segura de que los restos están ahí
Foto de archivo de la Ermita de San Cristóbal | FOTO: Sergio Méndez
Foto de archivo de la Ermita de San Cristóbal | FOTO: Sergio Méndez

El equipo que busca los restos del aristócrata guanche Fernando Guanarteme, que, según la tradición, descansan bajo la ermita de San Cristóbal, ubicada en la plaza conocida en la actualidad como de La Milagrosa, en el centro de La Laguna, trabaja en estos momentos en el archivo diocesano, donde esperan encontrar un documento que respalde fehacientemente esta teoría.

Así lo señala Jorge Onrubia, profesor universitario y arqueólogo asesor en este proyecto, quien explica que, de momento, la única prueba que se tiene de que los restos de este aristócrata aborigen puedan estar en esa ermita es “arriesgada” porque radica en un único y aislado escrito encontrado hasta el momento, de Marín de Cubas, médico de Telde del siglo XVII.

Por este motivo, los investigadores necesitan una información documental del templo, de entre los siglos XVII y XVIII, que confirme este escrito para poder dar el siguiente paso. Por ello, la búsqueda documental de información de la ermita que pueda haber en el archivo diocesano es fundamental porque “si no hay ninguna certeza mínimamente sólida, la siguiente fase del proyecto se verá comprometida”, afirmó Jorge Onrubia.

Sin embargo, los trabajos en el Archivo Diocesano han ido un poco más lentos de lo previsto por un problema técnico que hubo en el climatizador y que ha impedido las visitas y consultas durante este pasado verano. En concreto, desde el Obispado explicaron que este problema provocó una especie de polvo que manchó las cajas donde se guardan los documentos, que no sufrieron daños, y que ha habido que limpiarlo todo y cambiar caja por caja, lo que ha llevado su tiempo. Sin embargo, anunciaron que, hace apenas unos pocos días, ya se finalizaron estos trabajos en la parte del archivo que conserva los fondos parroquiales, que es la que interesa a los investigadores, por lo que ya podrán retomar los trabajos de búsqueda.

Esta tarea documental se complica porque, además, esos archivos están pendientes de catalogación con lo que “no se sabe lo que hay”, por lo que “hay que abrir papel por papel y hay cientos y cientos de folios”, además de leerlos, transcribirlos y analizarlos, señaló Onrubia, quien destacó la “colaboración absoluta” por parte del Obispado, al permitirles acceder a esta parte del archivo que no es abierto al público. Sí en la búsqueda documental en este archivo, y otros de la Isla, se logra un dato más fiable que los que hay en la actualidad se pondrá entonces en marcha la segunda fase del proyecto, en la que se planteará el estudio arqueológico de la ermita con una exploración no destructiva, en primer lugar, con métodos geofísicos para buscar posibles fosas bajo tierra. De hallarse, “veremos cuál es la más favorable y se haría la excavación”, indicó el experto.

Onrubia recordó que todo este proceso supone un “alto coste” por lo que no se puede realizar si no hay pruebas sólidas que respalden que los restos de don Fernando Guanarteme pueden estar en la ermita de San Cristóbal. “En mi opinión, no se enterró ahí porque aún no estaba construida cuando murió -apuntó el profesor universitario en una anterior entrevista-, sino que se enterró en la primitiva iglesia de Nuestra Señora de la Concepción. Pero lo que sí que puede que ocurriera es que, cuando se erige la actual iglesia de La Concepción, los huesos que hubiera allí se trasladaran a otro sitio, como la ermita”.

Miembro  de los linajes aristocráticos de los guanches de Gran Canaria

Don Fernando Guanarteme, “cuyo nombre indígena no conocemos, era un miembro destacado de los linajes aristocráticos de Gran Canaria” y que se consideró el último rey indígena de la isla, explicó Jorge Onrubia en una entrevista a DIARIO DE AVISOS a principios de este año.

Guanarteme “lideró, en un primer momento, el enfrentamiento con los castellanos y, posteriormente, el pacto, la integración, de los indígenas”. En este sentido, los castellanos “capturan a Fernando Guanarteme -relata el profesor-, aunque yo sostengo que fue una entrega voluntaria, que hubo una negociación y que él decide, con una parte de su parentela, pactar con los castellanos.

Lo llevan a la Península, donde lo bautizan como don Fernando Guanarteme, y a su regreso él colabora, de ahí esa idea de que era un traidor, con los castellanos en la sumisión de la isla, ayudándole a someter los últimos focos de resistencia”.

Cuando acaba la conquista, toda su parentela obtiene “de los Reyes Católicos el privilegio de permanecer en Gran Canaria y no ser deportados, como pasó con muchísimos indígenas, y se quedan en Gáldar”.

Fernando Guanarteme hizo varios viajes a la Península, “donde incluso en una ocasión participó en un desfile junto a Boabdil, rey de Granada, y los Reyes Católicos. En las Islas participa junto a sus parientes en la sumisión de las revueltas gomeras, así como en la conquista de La Palma y de Tenerife”, donde muere al poco de conquistarse la Isla.

TE PUEDE INTERESAR