Cien encapuchados, portando o gritando eslóganes a favor de ETA, impidieron una conferencia de Felipe González y de Juan Luis Cebrián en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid. Si Podemos va a navegar por los límites de la democracia corre el peligro de salirse fuera de ella. Y entonces no sería nada. Y todo hace sospechar que Podemos estaba detrás del boicot del miércoles. Desde la guagua alquilada a la tibia respuesta de sus líderes ante el desmán. Conquistar la calle no es valerse del caos. Además, les voy a dar un consejo de viejo: el caos vendió en el 36, pero ahora no vende un carajo. Ahora lo que quiere la gente es llegar a final de mes, tarea muy fácil para Pablete Iglesias, pero muy difícil para un padre de familia mileurista. Así que es mejor aparcar la algarada y abrazar la normalidad; es otro consejo de veterano periodista al que el PP, Podemos, el PSOE y demás partidos actuales le importan un huevo. Además, reivindicar a ETA, una panda de asesinos, no sólo parece estúpido, una cretinada, sino algo propio de memos irredentos que no tienen puta idea del mundo en el que viven. Y atribuir a Felipe González la defenestración del presunto agente de Podemos, Pedro Sánchez, en el PSOE es no conocer al partido, además de una grave irresponsabilidad. Tenían que besar todos ellos, Sánchez incluido, por donde pisa González, un demócrata y un luchador por los derechos de las personas. Razón tenía el otro día un viejo profesor inglés residente, que hablando despacito decía (de Podemos): “Pero si son unos niños; no pueden gobernarnos unos niños”. Lo de la Autónoma de Madrid habla a las claras de que no están preparados para dirigir este país. Al menos los que organizaron el batiburrillo.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas