Del Bosque: “El Real Madrid como club es intocable, pero las personas no lo son”

Él mismo lo reconoce: el éxito en el mundo del fútbol lo ha conseguido gracias a su carácter.
Foto FRAN PALLERO
Foto FRAN PALLERO

Él mismo lo reconoce: el éxito en el mundo del fútbol lo ha conseguido gracias a su carácter. Afable, campechano y cercano a los jugadores. Así es Vicente del Bosque, el entrenador que le regaló a todo un país el único Mundial que la selección española ha conseguido en toda su historia. Ahora ya retirado de los banquillos -definitivamente, asegura el reciente ganador de un premio Taburiente otorgado por DIARIO DE AVISOS-, su vida pasa por mantener su cargada agenda de actos, disfrutar del fútbol y de la familia.

Sus otras cualidades son la humildad, la calidad y el trabajo. Todo eso unido le hicieron entrar, primero, en la historia del Real Madrid, y luego, en la de la selección española. Como jugador fue un centrocampista de marcado carácter ofensivo y grandes dotes organizativas. De ahí su predilección por jugadores del estilo de Busquets o Xabi Alonso.

Sus primeras patadas las dio en su ciudad natal, Salamanca, hasta que la entidad blanca le reclutó del Salmantino. Tras unos años jugando en otros equipos en calidad de cedido (Castellón y Córdoba), la temporada 1973-1974 fue la de su debut. A partir de ahí disfrutó de 11 campañas consecutivas brillantes y plagadas de triunfos. Del Bosque formó un centro del campo de muchos quilates junto a los recordados Netzer, Velázquez y Pirri, que llevó al madridismo a festejar hasta nueve títulos (cinco ligas y cuatro copas de España).
Luego, como entrenador, sumó también dos copas de Europa, una Intercontinental, otra Supercopa de Europa, dos ligas nacionales, una Supercopa de España, un Mundial como seleccionador de España y también una Eurocopa ejerciendo el mismo cargo.
Sin dudarlo, la conquista del primer Mundial de la historia de nuestro país le han colocado entre los mejores entrenadores del planeta.

-Han pasado dos meses desde que dejó el cargo de seleccionador. ¿A qué se dedica ahora?

“Hago lo mismo que hacía antes. La única cosa distinta es que no tengo la responsabilidad de los partidos, pero estoy siempre viendo fútbol, o con asuntos familiares o particulares. No me aburro, estoy entretenido. Como diría el señor Molowny, siempre es conveniente remover la tierra, y eso fue lo que hicimos cuando se tomó la decisión de abandonar el cargo”.

-Ahora que nombra a Molowny, ¿qué le supuso trabajar con él?

“Ha sido un referente en todos los sentidos, como persona y como entrenador. A veces ha habido maldad con él, como cuando se dice que le decía a los jugadores que salieran y jugaran. El daba sus indicaciones técnicas y demás. Otra cosa es que fuera una persona muy prudente, discreta, tímida en algunas cosa, pero un señor entrenador. Le tengo mucho aprecio y eso que fue él el que me dijo que no iba a seguir en el Madrid”.

-¿Cuál ha sido la clave de su éxito en la selección?

“Pues creo que nosotros hemos sido unos líderes afables y para nosotros la generosidad ha sido rentable. Nosotros siempre hemos sido gente generosa con los jugadores y eso nos ha dado rentabilidad. No hemos hecho nada especial. Nos hemos apoyado en los jugadores, en aquellos que han sido líderes en el vestuario y que han logrado que seamos una plantilla más fuerte. No hemos sido soberbios, sino que hemos intentado lograr la mejor convivencia en el vestuario”.

-¿Nunca le ha hecho falta aplicar la mano dura?

“Es que no creo mucho en ella. A veces una mirada vale más que una bronca. El jugador sabe cuando le pegas una mirada y lo matas, pero sin una palabra. Soy totalmente contrario a dar voces. No me gustan los entrenadores que están todo el día en una banda dando voces y montando el espectáculo. Cada uno hace lo que quiere, pero no veo a Ferguson o a otros grandes entrenadores en ese plan”.

-¿Qué grado de influencia ejerció en la decisión de elegir a Julen Lopetegui para que le sucediera en el puesto de seleccionador?

“Ninguno. Fue una decisión de la junta directiva de la Federación, principalmente de su presidente, imagino. Es un seleccionador que estuvo con nosotros en la sub-21. Con él hemos tenido mucho roce, conoce bien la casa, está preparado y tiene buen carácter. Con su elección no he tenido nada que ver”.

-¿Se marca una línea continuista con la elección de Lopetegui?

“Cada uno tenemos nuestra forma de ver las cosas y de trabajar. En la selección, cada mes o cada dos meses se juega uno o dos partidos. Esto es algo especial a lo que hay que adaptarse. En ese sentido, Julen está preparado”.

-¿Qué le han parecido los primeros partidos de la nueva selección?

“Ha jugado bien. El día de Bélgica lo hicimos muy bien. El día de Italia, sobre todo el primer tiempo y parte del segundo. Controlamos los partidos y fuimos dominadores, que es lo que siempre ha sido España. Los días de Liechtenstein y Albania fuimos muy superiores”.

-¿Aprecia muchas similitudes con respecto a lo que era la forma de jugar con usted de seleccionador?

“No soy el más indicado para valorar eso. Nosotros hicimos el trabajo que teníamos que hacer hasta el último día en todos los sentidos. En elegir a los jugadores, en entrenarles y en competir. No hay dos entrenadores iguales. Cada uno es un mundo distinto, con su carácter, su formación, su manera de ser y más cosas. Nosotros jugamos cuatro grandes torneos, me refiero a los dos Mundiales y a las dos Eurocopas, y eso supone jugar 36 partidos de clasificación. De esos 36, ganamos 33, empatamos dos y perdimos uno, y en el último minuto. Estos son unos números fantásticos. Eso forma parte de una buena etapa de la selección”.

-¿Con qué hecho concreto se queda de su paso por la selección?

“Pues como me pasa cuando estuve en el Madrid, no me quedo con ninguno. Allí entré como botones y un chavalín, y salí como si fuera el director del banco. En la selección fue igual. Han sido ocho años y lo más nombrado es el Mundial. Es lógico, porque España nunca había logrado uno y eso es un hecho trascendente. Me quedo con los ocho años, con lo bueno y con lo malo”.

Foto FRAN PALLERO
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-¿Su cargo generaba más amistades o más enemistades?

“Creo que hemos intentado hacer el bien. Si alguno ha estado enfadado, ha sido más por parte suya que por parte nuestra. Sabemos que es imposible contentar a todos, ya que las listas son muy contestadas, pero eso es producto de la camiseta que se ponen algunos cuando escriben”.

-Hablando de eso de jugar y de las listas, ¿le sorprendieron aquellas declaraciones de Pedro, especialmente por lo inesperadas, en las que dijo que si acudía a la selección para no jugar era mejor no ir?

“He tenido muy buena relación con él y nos dio buen rendimiento siempre, pero creo que se equivocó. No se lo tomo en cuenta. Me quedo con lo que aportó a la selección y lo que nos ha dado en estos años”.

-Esta semana el propio jugador reconoce que esas declaraciones le pueden haber pasado factura. ¿Puede ser así, como lo sospecha el jugador?

“Eso es entrar en el terreno de Julen. Cuando a un jugador lo necesitas, tienes que obviar ciertas cosas. Además, todos nos equivocamos en esta vida. Me parece pueril pensar que porque dijo tal cosa ya no va más a la selección”.

-No obstante, parece que es uno de los sacrificados en la era Lopetegui.

“Es que es otro seleccionador. Si estuvieras tú, seguramente elegirías a otro”.

-Su excargo conlleva andar con pies de plomo con los medios de comunicación. ¿Cómo lo ha llevado?

“Hemos sido muy escrupulosos con ese tema. Nunca hemos favorecido a nadie. Tengo a alguno más conocido que otro [periodista], pero jamás le he dado ninguna noticia. Jamás. Si alguna vez ha salido alguna noticia el día antes, diciendo que iba a llamar a uno u a otro, hemos hecho algo que a lo mejor no está bien, pero hemos retirado de la lista a aquel que ha salido creyendo que va a venir. Me molesta mucho que alguien pensara que filtraba información privilegiada. Yo tenía mucha confianza en el grupo de gente que tenía a mi lado y sabía que ellos no decían nada. Ahora que ya no estoy dentro, he ido a la COPE, a la SER y a Onda Cero, y a los tres seguidos, para que no digan que doy preferencias”.

-¿A muchos dejó por el camino por filtrar?

“No. Lo que me gustaba es que dijeran que querían ir a la selección. Siempre hemos tenido a chicos que estaban orgullosos de ir a la selección y todos se han integrado perfectamente. Solo tuvimos problemas de convivencia en aquellos momento tontos de Madrid-Barcelona. Ellos mismos se dieron cuenta de que estaban haciendo el ridículo y que no podían seguir así. Sin intervención nuestra las cosas se solucionaron”.

-¿Cómo manejó todo aquello?

“Todo surgió por presiones externas de gente que no quería el bien de la selección. Una cosa es que cada uno defienda la camiseta de su club, pero la selección es un territorio intocable”.

-¿La salida ahora de Gerard Piqué de la selección comienza a originarse en ese momento?

“No. Ahí se mezcló el tema político y más cosas”.

-¿Pierde mucho la selección sin el central?

“Todos son muy útiles y buenos. El lleva un recorrido fantástico en la selección, pero se han ido unos y han llegado otros, como también pasa en mi caso. La selección siempre será fuerte y, además, todavía tienen que pasar dos años para que se vaya. Si se va”.

-Esta semana ha sido noticia el botellazo a Neymar. ¿Existe sobreexposición mediática en el fútbol?

“Hablamos demasiado de cosas que son paralelas al fútbol y no de que el Valencia-Barcelona fue un buen partido. Tampoco hablamos de que hay 13 jugadores españoles de los 30 que han elegido para el Balón de Oro. Eso son las cosas buenas. A nadie le gusta que tiren una botella al campo, pero son temas menores. Hay que hablar más de fútbol y menos de las cosas paralelas”.

-¿Qué le ha parecido el último logro del fútbol femenino nacional?

“Las chicas juegan muy bien. Yo he visto muchas concentraciones de diferentes edades en Las Rozas. Han mejorado una barbaridad. Hace unas semanas vi un Zaragoza-Barcelona y todas jugaron francamente bien. La Federación ha trabajado bien eso. Era impensable hace ocho o diez años que unas chicas fueran a jugar un Campeonato del Mundo como el que han jugado hace poco. Ellas compiten perfectamente y a nivel de clubes, los equipos están bien organizados, la Liga tiene patrocinadores y eso es el fundamento de su progresión”.

-¿Se verán próximamente estadios llenos para ver el fútbol femenino?

“Les va a costar, yo no me engaño ni soy tonto. Eso con tiempo vendrá, pero claro que va a costar. Habrá gente refractaria al fútbol femenino, pero la mayoría lo vemos con total normalidad y seguro que tendrá éxitos en el futuro”.

-¿Volverá a los banquillos?

“No”.

-¿Y presidente del Real Madrid?

“Tampoco. Para eso hay que ser socio primero y no lo soy. En la época de Santiago Bernabéu no dejaban ser socios a los jugadores”.

-Siempre surge su relación amor-odio con el Madrid en cada entrevista. ¿Cansa?

“Yo no me tengo que defender de nada y me da apuro hacerlo, ya que he estado toda la vida entre las cuatro paredes del Real Madrid. Tengo claro que el Real Madrid como club es intocable por mi parte, pero las personas no son intocables”.

-De no ser futbolista, ¿qué hubiese sido Del Bosque?

“Probablemente hubiese estudiado Magisterio. De hecho empecé la carrera, pero luego me fui a Madrid”.

-Eso tiene que ver con el fútbol y con entrenar.

“Bueno, esto tiene sus singularidades. Es algo diferente. Esto es algo didáctico y hay que enseñar, pero luego hay unas relaciones personales que son diferentes a las de un colegio”.

-¿Cuándo ha disfrutado más, como jugador o como entrenador?

“Sin duda siendo jugador. Cuando eres entrenador, ni siquiera ganando estás contento. Le das cariño a unos cuantos y otros se quedan sin jugar. El entrenador casi nunca está contento de lo que sucede. Y si alguna vez sales más contento en una rueda de prensa, alguno dirá que si crees que has ganado solo. Hay que andar con mucho cuidado”.

-¿Lo más complicado del entrenador es lidiar con los egos de los jugadores?

“No lo creo. Todos son iguales y todos quieren jugar, esa es la sustancia. Eso pasa con los chavales y con los profesionales. Ahí el entrenador está desarmado, porque solo puede poner a 11 sobre el terreno de juego. En la selección solo juegan 11, pero es que el resto son titulares en sus equipos. Algunos de ellos no saben ni dónde está el banquillo de los suplentes. Esa es la mayor preocupación del entrenador”.

-Le he leído que le hubiese gustado jugar como Sergio Busquets. ¿No le hubiese gustado más ser Leo Messi?

“Messi es un jugador de plazuela, de calle, y a todos nos hubiese gustado ser Messi, pero es imposible. También me hubiese gustado ser Ronaldo. Lo mejor es que a los dos los disfrutamos en España”.

-¿Por qué habla siempre en plural: nosotros?

“Estoy acostumbrado a ese nosotros por mi paso por el Madrid. Cuando un jugador llegaba al Madrid, no lo fichaba uno u otro. Era una cosa de todos. En la selección es igual”.

-¿Qué le parece este tramo de campeonato de la UD Las Palmas?

“Las Palmas ha dado un paso necesario, que era volver a los orígenes. Toda la vida ha tenido tres o cuatro jugadores extranjeros y el resto, gente de la cantera. Eso muchas veces es lo mejor. Luego, si el club funciona en lo económico, pues todo va sobre ruedas”.

-¿Cree usted que ese debería ser el camino que siguiera también el Tenerife?

“No lo sé y no seré yo el que opine de eso. El jugador canario es bueno. Recuerdo que en mi época jugaba con nosotros Robi, que era un jugador extraordinario y era del Victoria. Seguro que salen continuamente jugadores, pero hay que cuidarles y darles salida. Siempre nos parecen mejor los que vienen de fuera, y no siempre es así”.

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