Los propietarios o usuarios de edificios (asociaciones o colectivos vecinales) podrán acogerse el año que viene el primer programa de pintado de fachadas que pondrá en marcha el Ayuntamiento de Santa Cruz y para lo que destina un presupuesto de 300.000 euros. Se subvencionará el 50% del importe y los criterios para concederlas serán tres: que sean edificios situados en entornos catalogados, que el baremo socioeconómico de los solicitantes no supere 2,5 veces el salario mínimo interprofesional y que sea primera vivienda o usuario directo. Así lo anunció, ayer, el concejal de Infraestructuras, el nacionalista José Alberto Díaz-Estébanez. El edil detalló que se abonará la subvención una vez que se finalice la obra. “Los interesados deberán contratar una empresa que será la que haga un presupuesto en base al cual que se concederá la ayuda”. Según Díaz-Etébanez, con este programa se quiere dar un impulso a la recuperación de las fachadas de los centros históricos, adecentando su aspecto, “queremos que haya un efecto contagio y que cuando los vecinos empiecen a ver que se van arreglando fachadas también se animen a hacerlo. Díaz-Estébanez aclaró que, “no entramos en el tema estructural, eso es competencia de otra área y sobre todo del propietario que es responsable de su mantenimiento”.
El edil detalló los que, a su juicio, son los proyectos más importantes que ejecutará su concejalía en el próximo año, para lo que cuenta con diez millones de euros. Entre ellos destacó está la ya anunciada remodelación de la calle Méndez Núñez, cuya obra empieza ya en enero, y la de Imeldo Serís, para la que se cuenta con 300.000 euros, destinados a la redacción del proyecto y el inicio de una primera fase de la obra. En esta última calle, avanzó el edil, la intención es semipeatonalizarla, restringiendo el tráfico. “Aún no está decidido si será una restricción definitiva, pero lo que sí tenemos claro es que tenemos que recuperar este espacio para el uso peatonal ya que, por decirlo de alguna manera, se ha convertido en el patio trasero de la calle Castillo, y queremos ampliar la superficie comercial de la zona”. Una única calzada, sin aceras, es el modelo propuesto para ello. Antes, tendrán que contar con un informe vinculante del Consejo Insular de Aguas sobre las obras puesto, que, como recordó el edil, “esa era la antigua calle Barranquillo y tenemos que asegurarnos de que no va a haber problemas con las aguas pluviales cuando hagamos la obra”. En conjunto, esta intervención que se finalizará ya en 2018, tendrá un coste de un millón de euros, algo inferior a la de Méndez Núñez, que alcanza los 1,8 millones. se acompañará el proyecto con la apertura del pasaje de San Pedro al tráfico, ahora es peatonal. “De esta forma recuperamos aparcamientos y damos un desahogo al tráfico de la zona”. Este última intervención tendrá un coste de 150.000 euros. En cuanto a la calle La Rosa, el año que viene se encargará la redacción del proyecto, en el que, lo único que está claro es que se ampliarán las aceras. “Aún no sabemos si se dejará una fila de aparcamientos o no”.
Solares abandonados
Otro de los programas que será una novedad este año es el vallado de solares, a lo que se destinan 150.000 euros. Concretamente, explicó Díaz-Estébanez, se trata de hacer un contrato de suministro genérico con una empresa que, “cada vez que lo solicitemos nos proporcionará metros lineales de vallado provisional porque no queremos hacer obra definitiva y siempre se priorizará el vallado de los solares que sean públicos”. Este programa, avanzó, se pone en marcha ante el gran número de estos espacios que están dando problemas y, a su vez, los que está teniendo Urbanismo cobrar las obras a través de la ejecución subsidiara, “dinero que casi nunca se recupera”, apostilló.
Las fosas sépticas de los baños públicos de Las Teresitas (210.000 euros), un programa para que los edificios públicos pasen la Inspección Técnica de Edificios (ITE) (500.000 euros) o el inicio de la obra de la plaza de los Patos (511.000), que espera por la autorización del Cabildo, son algunos de los proyectos de más envergadura para 2017. A ellos se suma una ristra de pequeñas obras que van dirigidas a mejorar la calidad de los vecinos como la construcción de un muro y la plaza de La Llavita en Barrio Nuevo (194.000 euros), la peatonalización de la calle Güímar, en La Salud (128.000), la instalación eléctrica necesaria para llevar luz hasta el Cercado (50.000), la consolidación de la obra de la calle Lombardía en María Jiménez, sustitución de las barandillas provisionales del puente de Loño (200.000), ampliación y mejora de la accesibilidad del centro cultural de Roque Negro y obras en pluviales por 600.000 euros.
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