José Segura: “Hemos perdido el favor de la clase media, ya no somos socialdemócratas”

Segura ha sido todo en las tareas públicas: ocho años senador, veinte años diputado al Congreso, cuatro años presidente del Cabildo de Tenerife, cuatro años delegado del Gobierno en Canarias y dos años alcalde de La Laguna
Andrés Chaves y José Segura charlando. | FRAN PALLERO
Andrés Chaves y José Segura charlando. | FRAN PALLERO

Pepe Segura, 72 años, puede parecer un referente ético del PSOE canario. En realidad, lo es. Lo ha sido todo en las tareas públicas: ocho años senador, veinte años diputado al Congreso, cuatro años presidente del Cabildo de Tenerife, cuatro años delegado del Gobierno en Canarias y dos años alcalde de La Laguna. No he guardado el orden de fechas. Marina, su esposa, le dio tres hijos; y sus hijos le han regalado tres nietos. Y José Segura Clavell ejerce de abuelo, con orgullo. Y hasta conoció a Arias Navarro: “Mi padre era su chófer, en sus tiempos de gobernador civil de la provincia. Cuando aprobé el ingreso en el bachillerato, mi padre le pidió a don Carlos que me dejara un día ir con ellos en el coche oficial, como premio. Él aceptó y, a la vuelta del Puerto de la Cruz, el gobernador me regaló un duro de plata”.

-¿Y qué hizo usted con él?

“Alquilé una bici en el taller de Morales e invité al cine a mi madre y a mi hermana y todavía me sobró dinero. Con la bici subí a la Mesa Mota”.

-¿Se considera un referente moral del PSOE?

“Me considero un socialdemócrata que ha intentado cumplir con su trabajo”.

-Usted es un maniático de dar cuenta de su labor a su partido y a los ciudadanos.

“Hago memorándums de todo y lo intento comunicar a las asambleas de mi partido, algunas de las cuales no me hacen puto caso; otras, sí. Hay que dar a conocer lo que uno hace; al partido y a la gente”.

-¿Y los periodistas, le hacen caso?

“El periodismo está en manos, con sus excepciones, de indocumentados, que no saben nada de nada, ni les interesa lo más mínimo lo que hacen los políticos, sobre todo cuando lo hacen bien”.

-¿Qué le ha impresionado más de todo lo que ha vivido?

“Cuando subimos al monte de El Diablillo, en Tenerife, tras el accidente del avión de ‘Dan Air’, José Miguel Galván, Pablo Ródenas y yo, y vimos los cadáveres colgando de los árboles; fue terrible”.

-Usted vivió la crisis de los cayucos. Vaya pesadilla, ¿no?

“Sí, la viví siendo delegado del Gobierno. Entraron 80.000 personas en cuatro años. Una vez, desde un yate, los servicios de rescate vieron algo en el mar. Acercaron el barco y divisaron a un africano joven que se había quitado los tenis y se los había calzado en sus manos para poder nadar más deprisa. Nos dijo que quería llegar a la isla de la montaña grande (El Teide), comisionado por sus compañeros de una patera, que estaba en algún lugar, a la deriva, porque habían perdido el rumbo”.

-A usted se debe que el registro de buques del Estado Español tenga sus sedes en las dos capitales canarias.

“Bueno, sí. Acabo de terminar un libro sobre eso. Hay más de 300 buques registrados en la actualidad. No podíamos perder el control de cientos de barcos que hasta entonces se matriculaban en Panamá, en Chipre, en Liberia y en otros países; sí, fue un logro. Y, además, el REF otorga a sus armadores beneficios fiscales”.

-Y casi nadie sabe que José Segura abrió España al mundo, por aire.

“También es cierto. Con el Gobierno de Aznar, en el año 92, logramos que las Cortes obligaran al Ejecutivo a suscribir convenios bilaterales con todos los países del mundo. Por fin habíamos superado un viejo problema que constreñía nuestro sector aéreo, una auténtica barrera. Manolo Panadero, que fue secretario general de Transportes con Felipe González, me dijo que esta apertura se denominaba, en los foros especializados, la doctrina Segura”.

-¿Qué le pasa a su partido?

“¿En Canarias?”.

-Sí, en las Islas.

“Bueno, pues que ha perdido la inteligencia. Cuando la Transición defendíamos con pasión los temas de Tenerife. Ahora hay, en esta isla, socialistas del norte, del sur, del este y del oeste. Y no se ponen de acuerdo”.

-¿Y en España?

“Daría para escribir una novela”.

-¿Tardará el PSOE en recuperarse?

“Hemos perdido el concepto intelectual de la socialdemocracia, nos hemos olvidado de elaborar programas, hemos perdido la simpatía de la clase media y de importantes sectores cultos. Menos mal que todavía nos vota una parte de los españoles de más de 58 años”.

-Usted era, prácticamente, el primer candidato al Ministerio de Fomento con Zapatero.

“Sí, estaba casi nombrado. Pero se metió por medio López Aguilar y no iban a designar a dos ministros canarios”.

-¿Le alarma Podemos?

“Pues sí, bastante”.

-¿Por qué?

“Sus cargos públicos sólo son rompedores de estructuras. Viven de montar el numerito, de darle de mamar al niño en el escaño y de mandarse a mudar durante un minuto de silencio. Nunca presentan un proyecto alternativo cuando quieren derribar lo establecido. Con su presencia, las Cortes han bajado de nivel. Yo, por ejemplo, jamás he ido sin corbata a mi escaño”.

-Usted es una bestia trabajando. ¿Lo reconoce?

“No sé si una bestia, pero en mi última legislatura como diputado al Congreso fui ponente en 42 leyes, entre ellas la del sector eléctrico, la del sector gasista, la de metrología y la de navegación marítima, esta última con 525 artículos”.

-Se habló de usted como presidente de la Gestora, tras la dimisión de José Miguel Pérez, pero finalmente eligieron a Rodríguez Fraga. ¿Por qué lo desmintió con tanto énfasis?

“Porque nada más lejos de mi ánimo. No tengo tiempo para eso. Ahora trabajo, viajo con mi mujer, doy conferencias y me ocupo de mis nietos”.

-¿Le habría gustado ser eurodiputado?

“Posiblemente, sí”.

-A lo mejor con usted en el Gobierno de la nación, el REF económico ya hubiera salido.

“Por supuesto. El REF fiscal se despachó con un real decreto ley, que no fue ni siquiera al Senado, ni se debatió, ni se podían presentar enmiendas; es decir, una norma de rango muy inferior a la vigente hasta entonces. Y el económico está empantanado. Y lo que propuso el Parlamento canario ya no sirve, porque los tratados de la Unión cambiaron. Y entonces lo que se pidió no estaba adaptado a la nueva Europa. Yo les ruego encarecidamente a los 60 parlamentarios canarios que aborden de una vez este asunto, como iniciativa del propio Parlamento de Canarias, y al Gobierno de la nación que nos tome en serio”.

-Mire los vascos cómo manejan sus fueros.

“¡No tenemos esa fuerza; qué pena me da!”.

-La configuración normativa canaria se le debe al PSOE. No hay quien discuta eso, ¿no cree?

“Indudablemente, la OCM del plátano, las ayudas al transporte, la inserción de Canarias en Europa, todo eso lo logramos los socialistas. Muchos de nuestros cargos públicos carecen hoy de una visión unitaria tanto de islas individualmente como de comunidad autónoma”.

-Sus cuatro años últimos en el Congreso fueron tremendos.

“Sí, de trabajo. Participé en 36 directivas y reglamentos comunitarios como ponente, en beneficio de mi país”.

-¿Le sigue preocupando el futuro de Canarias?

“Yo sé que a veces soy pesado, pero me quita el sueño. Necesitamos un REF actualizado, al mismo nivel del anterior, no a base de decretos-leyes, sino de leyes propuestas por Canarias, debatidas y aprobadas por las Cortes; por el Congreso y por el Senado”.

Ustedes, en un tiempo, eran socialdemócratas puros, gente que luchaba unida por su tierra. ¿Se ha perdido eso?

“¿Acaso tenemos hoy a un Alberto de Armas? ¿Y a un Luis Carrasco Casanova? No, no los tenemos. Y le repito que hemos perdido la pasión por nuestra tierra y el sentimiento socialdemócrata, que es nuestra referencia y nuestra ideología más sensata”.

Se va a la farmacia, a comprar un medicamento que le ha encargado Marina. Le han abrazado varios empleados del “Mencey”. Le invité a dos cortados. Este catedrático de Termodinámica jubilado es, sigue siendo, un ciclón.

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