Profanan una tumba en el cementerio de Güímar

Los restos del difunto quedaron esparcidos por el patio. El suceso ha motivado una denuncia municipal
Policías y Guardia Civil procedieron a cerrar el cementerio municipal de Güímar / DA
Policías y Guardia Civil procedieron a cerrar el cementerio municipal de Güímar / DA

En la noche del sábado, madrugada del domingo, en el cementerio municipal de Güímar, unos vándalos profanaron un nicho, sacando los restos de las bolsas y esparciéndolos por el patio del camposanto.

Cuando los empleados municipales se dieron cuenta de los sucedido, sobre las diez de la mañana, llamaron al 112 y  al lugar de los hechos acudieron agentes de la Guardia Civil, Policía Local, la alcaldesa de Güímar,Carmen Luisa Castro, así como los concejales de Cultura, Seguridad Ciudadana y también personal de Alcaldía.

Ante lo desagradable de lo sucedido la alcaldesa procedió a ordenar el cierre temporal del cementerio municipal, hasta que los agentes de la Policía Local fueran al domicilio de los propietarios del nicho a comunicar lo sucedido.

Los profanadores rompieron la lápida, quitaron los bloques y la tapa de cemento, tirando una bolsa de restos en el centro del patio de nichos, después de  romper la caja donde descansaba el finado. Según la Guardia Civil,  en principio no se apreciaba que faltaran restos del mismo.

La Guardia Civil instruyó las diligencias al Juzgado de guardia, mientras  la Policía Local procedió a recoger la denuncia del concejal de Seguridad, Francisco Amador. La profanación está castigada con penas que pueden llegar a meses de prisión.

La alcaldesa de Güímar, Luisa Castro, manifestó que “restableceremos el servicio de cámaras”, aunque reconoce que por parte de la Subdelegación de Gobierno sea rechazada esta medida, “al tratarse de un recinto público y no privado”, comentó.

Esas cámaras se habían instalado en el cementerio a petición de los vecinos ante antes vandálicos con osarios y lápidas, pero nunca se había producido una profanación de esta naturaleza. La última gran profanación de cadáveres se produjo en 2011 en el cementerio viejo de Arico donde se abrieron cinco nichos, según se dijo entonces por una secta afincada en el sur de la Isla.

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