Sabotaje en varias viviendas de los apartamentos Altamar

Ana Franchy, una de las propietarias afectadas, denuncia que la administradora y el jefe de mantenimiento les cortan la luz y el agua
Un tapón de corcho utilizado para cortar el el servicio del agua / DA

Una media docena de viviendas han sufrido el sabotaje con cortes de luz y de agua por parte, presuntamente, de la administradora de la comunidad de propietarios y el encargado de mantenimiento de los apartamentos Altamar, en Playa de las Américas, según denuncias de una de las propietarias, Ana Franchy Fernández.
La denuncia, interpuesta en la Policía Nacional el pasado 2 de diciembre, recogía ese día los cortes del fluido eléctrico y del agua sufrido en dos apartamentos, uno de ellos propiedad de la denunciante, pero a lo largo de los últimos días se han sumado más denuncias, hasta seis, por los mismos hechos.
De acuerdo con los denunciantes, el encargado de mantenimiento, según ellos por orden de la administradora de la Comunidad, ha procedido en varias ocasiones a taponar los contadores de agua con un corcho y ha arrancado de cuajo los fusibles eléctricos de las viviendas objeto del sabotaje, en lugares que no son comunes y en donde solo pueden entrar los propietarios o inquilinos de las viviendas y el propio encargado de mantenimiento, denunciado ante la Policía.
En el escrito de la denuncia, uno de los propietarios denunciantes señala que el encargado del mantenimiento afirmó que “pueden restablecer el servicio de agua y luz las veces que quieran” que él seguirá realizando los cortes.
Según Ana Franchy, el comportamiento de la administradora de Altamar, una comunidad de 91 apartamentos, solo se entiende porque “no estamos de acuerdo con que siga siendo ella la administradora de la comunidad ni que su marido siga siendo el presidente, cargo que asumió tras dimitir mi madre, sin elección alguna”, comenta Franchy, “una forma de coaccionarnos para que nos callemos”, afirma quien ha querido trasladar el asunto a las páginas del periódico DIARIO DE AVISOS porque “todos sabemos que la justicia va lenta”.

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