Enero es el mes del joven tinerfeño Adrián Álvarez Parrilla en el calendario benéfico de la Asociación Corazón y Vida. Su fotografía y su historia son protagonistas de este mes que corre. Adrián tiene 16 años y ha convivido desde su nacimiento con una Tetralogía de Fallot, una enfermedad del corazón que le ha llevado a caminar desde pequeño con un marcapasos, porque no tiene latido propio. Hoy es un joven con vitalidad, entusiasmo y sin miedo. Su historia de lucha y superación también es la de los otros protagonistas del anuario; David Estupiñan (41 años), Dario Hernández (19 años), Felipe Palma (39 años) , María Noda (3 años), Fabio González (18 años), Adriana Luis (9 años), Domingo González (22 años), Paula Gil (18 años), David Galván (47 años), Antonio Cañamero (69 años) Raquel Hernández (6 años). Todos son isleños y tienen en común la lucha por convivir con una cardiopatía.
El calendario benéfico de la Asociación Corazón y Vida de Canarias cumple así su cuarta edición; con 12 imágenes realizadas por los profesores y alumnos de la Escuela Municipal de Fotografía de Los Realejos, que han tomado como inpiración y referencia el anuario Pirelli de 2016 de la estadounidense Annie Leibovitz (Connecticut, 1949), para realizar los retratos. Son las imágenes y las historias las verdaderas protagonistas. La portada y la contraportada llevan las ilustraciones de Juliana Serrano.
A los reconocidos fotógrafos isleños Narciso Borges y Alfonso Baute, profesores de la escuela de fotografía realejera, les han acompañado en este proyecto más de 50 alumnos de fotografía -de cursos avanzados-, para realizar este trabajo, que arrancó el pasado mes de octubre.
El calendario nace con un triple objetivo; por un lado, marcar los días del año a todos los que lo adquieran; también, proporcionar una ayuda económica para la asociación, que atiende a los tinerfeños que deben ir a Madrid para realizar un trasplante o un tratamiento avanzado; y dar aliento, esperanza y fuerza a todos aquellos que están a la espera de un nuevo corazón, o en la incertidumbre de un diagnóstico de cardiopatía, sobre todo, para los padres con niños enfermos. El calendario tiene un coste de 10 euros.
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