Comienza la cuesta de enero para el nuevo Ejecutivo de Clavijo

El Parlamento fijará la comparecencia del presidente, a falta de una cuestión de confianza que demuestre si tiene apoyos para gobernar
El presidente Fernando Clavijo habla por el móvil durante un receso | FOTO: Fran Pallero
El presidente Fernando Clavijo habla por el móvil durante un receso | FOTO: Fran Pallero
El presidente Fernando Clavijo habla por el móvil durante un receso | FOTO: Fran Pallero

Por A.M.S. / Santa Cruz de Tenerife

El curso político arranca hoy en Canarias con el Gabinete de Clavijo (CC) remozado, tras la ruptura con los socialistas, pero en franca minoría, sin votos suficientes para gobernar en un Parlamento de 60 diputados, de los que solo 21 le prestan públicamente apoyo por el momento.

Tras casi un cuarto de siglo continuado al frente del Gobierno, diríase que Coalición Canaria (CC) muerde el polvo del desierto e inicia una travesía incierta, necesitada de un socio socorrista cuanto antes que supla con solvencia al PSOE y le dé estabilidad para no caer. Es consciente de que, de no ser así, será devorada por una oposición que, por primera vez, la supera en escaños: PSOE (15), PP (12), Podemos (7) y Nueva Canarias (NC, 5). Juntos suman 39 frente a los 21 de CC (18) y su única muleta provisional, la Agrupación Socialista Gomera (ASG, 3). “El Parlamento se le volverá a Clavijo una auténtica cámara de torturas”, avisó ayer un integrante de ese escuadrón opositor, y remitió, como primer test, al pleno extraordinario en que el presidente deberá comparecer en los próximos días para dar cuenta de la reciente crisis de Gobierno y de su nuevo programa ya sin el PSOE.

Precisamente, hoy, día en que debutan en el primer Consejo de Gobierno del año los cuatro consejeros que cubren las vacantes socialistas, paralelamente, la Mesa del Parlamento y la Junta de Portavoces deberán fijar la esperada comparecencia de Clavijo. Tras las fiestas navideñas y la tómbola de cargos, como consecuencia de las destituciones en la víspera de Nochebuena, sabremos si los Reyes dejaron carbón y alguna piedra en el zapato del Gobierno monocolor o, en cambio, le obsequiaron con un socio nuevo envuelto en papel de regalo. Esta semana es clave para adivinar el porvenir del nuevo Ejecutivo. De las heridas que dejó abiertas en CC la elección de los nuevos consejeros -provocadas donde no sonrió esa suerte- tendremos también noticias pronto. Y de la cascada de mociones de censura, tras la ruptura del pacto entre CC y PSOE, ya circula una infografía de mesa en mesa. Todos hablan de la novia, y ella se hace esperar.

Al sismo de Tuineje (Fuerteventura), publicitado a bombo y platillo por el PP y el Partido Progresista Majorero (PPM), que invitan públicamente al PSOE a hacerse con la alcaldía de CC, sucederán diversas réplicas, se asegura en fuentes populares y socialistas, que se resisten a desvelar fechas, nombres y localidades. Valverde (donde el PP tiene puesto el freno de mano por ahora), Icod, Tacoronte, Arico y, en especial, La Laguna conforman un auténtico enjambre sísmico en potencia. Pero unas veces el PP (no solo en El Hierro, también Tenerife) es el que se hace el remolón, y otras el PSOE dilata la ejecución del reo. Este último caso es el de La Laguna, donde el miércoles se reunieron Unid@ se puede y el PSOE, y los socialistas pidieron tiempo para tomar una decisión, tras mostrarse dispuestos a estudiar la censura contra el alcalde, José Alberto Díaz (CC), al que apoyan en la actualidad, en minoría. En Coalición saben que PP y PSOE vienen hablando desde hace meses de una moción de censura en el Cabildo de Tenerife. Manuel Domínguez, presidente insular del PP, invitó al titular de la institución, Carlos Alonso (CC), a “coger la calculadora y sumar” esa opción. Sismológicamente, cabría entonces hablar de un terremoto en toda regla, si bien políticamente existen dudas de cuál sería más devastador para las siglas de CC: la censura del Cabildo o la de La Laguna, que un dirigente socialista insular calificaba ayer como “la madre de todas las batallas”, tras la expulsión de su partido de los dominios del Gobierno.

HUIDA HACIA DELANTE

La asignatura pendiente del nuevo Gabinete de Clavijo, que tras expulsar al PSOE ha repartido todas las carteras entre acólitos de CC, es demostrar en el Parlamento que cuenta con más de 31 votos para gobernar. Hasta el momento, solo suma 21, con los tres de ASG, pero Clavijo se ha negado a someterse a una cuestión de confianza.

AÑO NUEVO, VIDA NUEVA, MISMO GUIÓN

En la travesía del desierto que acaba de iniciar en minoría Fernando Clavijo, tras desprenderse del PSOE, con el que gozaba de una mayoría holgada de 33 diputados, se ve arrastrado por un aluvión de especulaciones. Tanto Carlos Alonso (CC) en Tenerife, como Dolores Corujo (PSOE) en Lanzarote son de la opinión de que el pacto entre los dos partidos recién divorciados “es la mejor solución” y debe reconducirse. Corujo, que perdió la presidencia del Grupo Parlamentario Socialista en favor de Patricia Hernández, la vicepresidenta destituida, anima, como Alonso, a una reconciliación obligada por los números.

En CC confiaron -quizá en exceso- en un apoyo tácito del PP, incluso en que aceptara integrarse en el Gobierno una vez desalojados los consejeros del PSOE. Pero no ha sido así, y los vientos que soplan en la política nacional “dibujan un panorama de acuerdos PP-PSOE tras los Presupuestos, en asuntos de Estado, que impedirán tal cosa” (gobernar con Clavijo), según decía ayer, queriendo explicar la soledad del presidente, un destacado representante del llamado bloque del cambio: PSOE, Podemos y Nueva Canarias (NC). Este último partido ha sido tocado por dirigentes de CC en las Islas orientales para sumarse a una operación de unidad nacionalista con CC, a fin de alcanzar (más ASG) 26 escaños, que dieran un digno apoyo al Gobierno. “Mientras esté Clavijo, ni hablar”, zanjó la oferta Román Rodríguez, presidente y portavoz de NC.

TE PUEDE INTERESAR