“Dos meses hacen pensar lo peor, pero seguimos buscando a Carmelo”

Pilar Dóniz ya baraja “que alguien le haya hecho mal” a su marido y lamenta que “le mandara aquella tarde a comprar una manguera”

Ayer se cumplieron dos meses de la misteriosa desaparición de Carmelo Díaz Pezcoso, del que no se sabe paradero alguno desde que el 9 de noviembre saliera de una ferretería en Los Olivos, en Adeje, donde realizó un pago registrado en su tarjeta de crédito por una manguera de lavadora.

“Todos los días lamento haberle mandado a comprar la dichosa manguera”, afirma Pilar Dóniz, su amargada esposa, que mantiene la esperanza de que su marido aparezca con vida, aunque reconoce que “dos meses es mucho tiempo y da qué pensar que alguien le ha hecho mal”, afirma con síntoma de impotencia, si bien insiste en la necesidad de “seguir buscándole”, aunque sea para recibir la peor noticia.

Pilar Dóniz reconoce haber pasado “las peores Navidades” de su vida. “En estos días es cuando más se echa en falta la presencia de Carmelo”, comenta mientras recuerda que tanto ella como su hija Daniela, de 12 años, están siendo tratadas por psicólogos.

Carmelo Díaz Pezcoso, natural de Garachico, de 62 años de edad, se trasladó de joven al sur de la Isla donde ejerció de director de hotel, hasta que hace cuatro años logró la incapacidad laboral por falta de visión, motivada por una diabetes que le obliga a medicarse diariamente, una de las causas que más preocupa a su mujer para confiar, dos meses después, en encontrarlo con vida.

Solía caminar por los alrededores de Los Olivos y era un usuario de la guagua. Tenía un bono casi intacto para sus viajes a Garachico a ver a su padre y hermanos. Pero nadie confirma que se subiera a alguna guagua el pasado 9 de noviembre. Todo se quedó en el rastro de la compra con tarjeta de la manguera en Sagrera Canarias, como recuerda Adolfo Alonso, el concejal de Adeje que ha ejercido de portavoz de la búsqueda, mientras esta se ciñó al ámbito municipal. Tras un profundo rastreo de toda la localidad, con perros incluidos, la búsqueda pasó al nivel insular, con cartelería con la foto de Carmelo Díaz en centros de salud, paradas de guagua y taxis y un sinfín de establecimientos, sin repuesta alguna, excepto varias llamadas que no llevaron a los investigadores a ningún sitio.

Dos meses después, la búsqueda la lleva la Policía judicial, algo que tiene desconcertada a Pilar Dóniz, pues cree necesario que “intervenga el Ejército, que para algo lo tenemos”, comenta desesperada.

Precisamente, para renovar los ánimos de la búsqueda, este sábado se ha organizado una caminata solidaria, a las nueve de la mañana, desde el Muñeco de Nieve (El Sobradillo) hasta la Basílica de Candelaria, para animar a la ciudadanía a encontrar alguna pista del paradero de Carmelo.

Casados hace dos años en segundas nupcias y con una hija de 12 años

Carmelo y Pilar llevan conviviendo 17 años, desde que residen en Adeje, aunque no se casaron por lo civil -son divorciados- hasta 2014. Tienen en común una hija (Daniela) de 12 años, aunque Carmelo es padre de dos hijos de su anterior matrimonio.

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