EasyJet despide a una azafata por comerse un sándwich en pleno vuelo

"No soy un ladrón, que es como me han etiquetado", ha señalado la joven en una entrevista recogida por el diario Mirror.
Foto EUROPAPRESS

Shannon Gleeson, de 22 años de edad se comió el bocadillo del menú del avión para los pasajeros porque no encontró la comida que ella misma había llevado para comer ese día. Al parecer, ni ella ni su superior pagaron el sándwich, lo que ha significado el despido de joven. Un tribunal de Cambridge ha declarado que Shannon Gleeson habría violado la política de la empresa al no pedir el recibo del producto consumido.

“No soy un ladrón, que es como me han etiquetado”, ha señalado la joven en una entrevista recogida por el diario Mirror.

Un miembro de la tripulación fue quien comunicó a la compañía lo ocurrido y aunque ella se disculpó y se ofreció a pagar las 4.50 libras que costaba el sándwich, fue despedida por robo y una falta grave.

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