En el partido de prebenjamines que se jugó ayer por la mañana en el campo Argelio Tabares de Santa Úrsula, entre los equipos del San Luis Siulnas y el Puerto Cruz A, correspondiente a la primera categoría, se produjo una acción detestable y vergonzosa a todas luces en el descenso del encuentro.
Uno de los padres del Puerto Cruz A prebenjamín bajó de la grada hasta el terreno de juego y agredió con tres puñetazos al coordonador del CD Puerto Cruz José Luis Díaz Herrera. Tras la agresión, el agresor salió corriendo del recinto deportivo sin que pudiera ser detenido.
El árbitro tras lo sucedido consultó con el agredido si quería suspender el choque, pero Díaz Herrera no lo creyó necesario por lo que se jugó la segunda parte.
La escena fue dantesca por que los niños del conjunto portuense, que aún no habían entrado en la caseta, vieron como el coordinador del CD Puerto Cruz, que ejercía funciones de entrenador auxiliar en este partido, fue golpeado por un padre de su mismo equipo. Niños de siete y ocho años, además de José Luis Díaz Herrera, se echaron a llorar sobre el terreno de juego ante la escena que vivieron en primera persona. Se desconoce si el coordinador del Puerto Cruz presentó denuncia contra el agresor.
Los jugadores locales se salvaron de ver la vil agresión, ya que habían entrado en su caseta.
Lo ocurrido ayer en Santa Úrsula no debe quedar impune, porque sujetos de esta calaña no pueden ir a los campos de fútbol, ya que dan un pésimo ejemplo a su hijo, a sus compañeros, a sus rivales, a los entrenadores y al público asistente. Esperemos que nunca más vuelva a pisar un recinto deportivo.
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