Desnortado, incapaz de solucionar los problemas pendientes del municipio, sin rumbo, y más pendiente del banquillo de los juzgados que de gobernar para todos. Así definió ayer el portavoz del grupo Socialista en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, Marco González, el gobierno de PP-CC presidido por Lope Afonso, a quien culpó de “preferir más su profesión de abogado que ser el alcalde de todos”; y le aclaró que “el Ayuntamiento es algo más que un juzgado o un tribunal”.
Acompañado de los concejales del PSOE Emilio Fariña, Jonás Santana, Noelia Rodríguez, y Rosa Hernández, González valoró el primer año y medio de “desgobierno” de PP-CC, “incapaz de afrontar los desafíos municipales”.
Como ejemplo, citó que no hay un presupuesto elaborado para 2017; que la comisión municipal sobre el muelle y el parque marítimo no se convoca desde hace cinco meses pese a los proyectos relacionados con la dinámica de esta infraestructura, como la piscina o la ciudad deportiva.
El también secretario del PSOE portuense calificó con un “muy deficiente” la gestión del Ejecutivo local, aunque en su profesión de maestro le da la posibilidad de “recuperar esas asignaturas que solo suspende por su improvisación en la gestión”.
Por eso, espera que este año el equipo de gobierno sea capaz de conseguir la financiación necesaria para la Playa de Martiánez; iniciar las obras de la estación de guaguas; dar a conocer la auditoría a Aqualia; desarrollar un plan integral para Punta Brava; redefinir la empresa pública Pamarsa; regularizar las terrazas; y sacar adelante el parque San Francisco.
Asimismo, a juicio del PSOE tiene que conseguir la “paz social” en lugar de mantener “varapalos judiciales” contra dos de los pilares del municipio: los comerciantes y los empleados laborales.
Sobre la posibilidad de reconducir el incumplimiento de CC y presentar una moción de censura para desbancar a Afonso de la Alcaldía, dijo que no había sido posible por dos motivos: debido a la “división interna que hay en CC”, y a que la secretaria del comité local y primera teniente de alcalde, Sandra Rodríguez, “tenía el beneplácito de Fernando Clavijo para no hacerlo” pese a que se lo solicitaron varios dirigentes regionales.
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