El Iberostar Tenerife derrota por primera vez en su historia al Barcelona

El Iberostar Tenerife derrota por primera vez en su historia al Barcelona y será cabeza de serie en el sorteo de hoy de la Copa del Rey tras concluir tercero la primera vuelta de la competición
Celebración de los jugadores con su afición. | SERGIO MÉNDEZ

El Iberostar Tenerife actual no parece tener techo. Quizás, cuando ocurren victorias como las de ayer, ante todo un FC Barcelona por 71-60, conviene recordar la baja de Nicho Richotti y de Javier Beirán para entender la dimensión real de lo que está logrando. Los aurinegros, inmersos en la mejor temporada de su historia, mantienen la capacidad de seguir sorprendiendo a todos desde el trabajo, el sacrificio y el talento. Porque este grupo de jugadores son unos currantes, verdad, pero tienen talento. Mucho.

El encuentro de ayer, salvo algunos minutos, fue una exhibición de cómo el CB Canarias es capaz de maniatar al FC Barcelona hasta acabar desquiciándolo, dejándolo sin respuestas colectivas o individuales, sacándolos del encuentro.

Se pondría pronto el Iberostar con una renta importante a su favor. Gracias a un acierto en el tiro exterior espectacular, y guiados por un Doornekamp sensacional, los locales consiguieron sus primeros 10 puntos de renta (19-9) ante un conjunto catalán que solo acertaba a responder con contundencia cuando metía el balón a su juego interior.

Doellman, autor de 11 tantos, mantenía a flote al Barça, que solo reaccionaría en el segundo cuarto, a pesar de que Tim Abromaitis, con tres minutos ya jugados del mismo, seguía manteniendo al Iberostar Tenerife con una cómoda ventaja (27-18).

Bartzokas, entrenador barcelonista, pararía el encuentro con un tiempo muerto, tratando de trasladar a sus jugadores lo que quería y lo consiguió. Un parcial de 0-9 empataba el marcador (27-27) curiosamente, con la rotación del Barça en pista. Un jugador como Vezenkov, que no había dispuesto de oportunidades hasta ese momento, anotaba seis tantos de manera consecutiva (29-33) sin que los locales encontraran respuesta.

Los visitantes, además, cargaban el rebote con eficacia, consiguiendo algunas segundas oportunidades que permitían a los barcelonistas mantener a cierta distancia a su rival.

Al descanso, con 29-33, el análisis era claro: el Iberostar Tenerife solo había sido capaz de anotar seis puntos en diez minutos, por 18 de su oponente. Por si eso fuera poco, después de que el Canarias lograra convertir cinco triples en el primer cuarto la falta de acierto había llegado en el segundo, no consiguiendo anotar ningún lanzamiento de más allá del arco del 6,75.

La segunda parte mejoría a la primera. Más allá de que el CB Canarias lograra el triunfo final, lo cierto es que los insulares apretaron en defensa, no concedieron una sola canasta fácil a su oponente y consiguieron dejar los nervios en el vestuarios. Antes del intermedio, a algunos aurinegros pareció pesarles la presión, una sensación que desaparecería, entre otras cosas, por la actuación de un Giorgios Bogris que se multiplicó para anular él solito al juego interior barcelonista.

Una canasta del griego volvería a poner en ventaja a su equipo (39-37) y los colegiados señalaron posteriormente una antideportiva a Rice. Ahí el FC Barcelona se perdió entre protestas, miradas a su banquillo y quejas. Fue ahí cuando el Iberostar Tenerife ganó el encuentro, más allá de 43-37, los aurinegros siguieron creyendo en sí mismos de manera férrera mientras los visitantes comenzaron a deambular tirando de calidad, que no es poco cuando se habla de este tipo de conjuntos.

Ahora, al que le costaba anotar era al Barça, que con 47-40 solo había podido convertir siete tantos, y se fiaba a la línea de tiros libres para seguir confiando en la victoria a pesar del parcial de 20-10 de esta tercera manga.

La sentencia

Si el rival que tenía enfrente hubiera sido otro, muchos habrían apostado que la victoria no se marcharía del Santiago Martín. Las sensaciones eran claras en favor de los locales, pero la calidad individual que atesora el Barça es suficiente para hacer dudar a cualquiera. Fue entonces cuando regresó el acierto exterior local y lo hizo en el mejor momento posible. White y Doornekamp castigaron desde la línea de 6,75 para el (58-51) y al Barça solo le quedó volver a encomendarse a Ante Tomic, que, fuera falta o canasta, generaba algo en cada balón que controlaba.

Con el Santiago Martín en pleno éxtasis, Bogris se hizo aún más grande si cabe para controlar cada rebote que circulaba en cualquier zona, dejando el triunfo en la Isla, siendo la primera vez que el CB Canarias se imponía al FC Barcelona, logrando ser cabeza de serie en una Copa del Rey que se presenta apasionante con la participación de un equipo que, pase lo que pase, siempre da más de sí.

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