“Cada año pierdo cinco kilos en estas fiestas; ya llevo dos”

Es mi única amiga en el equipo de Bermúdez, incluido Bermúdez. Estoy desolado, cada vez me quiere menos gente; pero Gladis de León León, 50 años aunque parece que tiene diez menos, sí me quiere
Gladis de León León, concejal del Carnaval | SERGIO MÉNDEZ

Es mi única amiga en el equipo de Bermúdez, incluido Bermúdez. Estoy desolado, cada vez me quiere menos gente; pero Gladis de León León, 50 años aunque parece que tiene diez menos, sí me quiere. Y yo a ella. Es la concejal de Fiestas y del Distrito Suroeste del Ayuntamiento de Santa Cruz. Y por ser de Fiestas lo es también del Carnaval. Nada menos. Un día quiso ser directora de hotel y con 17 años se vino a esta ciudad -nació en El Empalme, con perdón, en Icod-, hizo Turismo, trabajó en una agencia de viajes, se fue a Francia y tiempo después la ficharon para el Gabinete de Prensa de la Alcaldía de Santa Cruz, en tiempos de Miguel Zerolo. Venía de la Consejería de Hacienda, a la que pertenece, hoy en excedencia. Trabajó en el Gabinete de Prensa de maravilla, la destinaron más tarde a un distrito y luego se pasó a la política. Y, mírenla, ahí, en el puesto más difícil de la corporación municipal santacrucera.

-¿Zerolo o Bermúdez?

“Eso es como preguntarme a quién quiero más, si a papá o a mamá”.

-¿Por..?

“Pues porque a Miguel lo quiero un montón, es mi amigo; y ahora trabajo con Jose Bermúdez, que ha depositado su confianza en mi y yo procuro no defraudarle”.

-Eso de llamarse dos veces León tiene que imprimir carácter.

“¡Grrrrrrrrrr!”.

-¿Las murgas hacen gracia a la gente?

“Cabronazo”.

-A mí no.

“Puede que usted tenga poco sentido del humor entonces, porque son muy graciosas”.

-¿Me nombraría jurado el año que viene?

“Sin pensármelo”.

-¿Al Carnaval no habría que darle una vuelta?

“Yo creo que sí; lo estamos intentando, ahora que disponemos de un poquito más de dinero y que las empresas se involucran más en la fiesta”.

-¿Cuánto aporta el Ayuntamiento, o sea, nosotros?

“Unos tres millones de euros”.

-¿Y las empresas?

“Todavía poco, pero pasamos de 250.000 a 400.000 euros y le hablo en números redondos, porque no tengo aquí las cifras”.

Gladis de León León, concejal del Carnaval | SERGIO MÉNDEZ

-Los personajes del Carnaval se hacen viejos, se mueren.

“Y usted también”.

-¿A quién jubilan este año?

“A Fidel Castro; pero se jubila él solo. No lo jubilamos nosotros”.

-¿Cuál sería el Carnaval de sus sueños?

“Uno con mucha salsa, con mucho artista, con mucho concierto: Óscar D´Leon, Carlos Vives, Rubén Blades, Juan Luis Guerra… pero no hay dinero para tanto. La crisis nos obligó a subvencionar menos la diversión, en favor de las obras sociales”.

-¿Ve usted a Bermúdez, vestido de Enano de la Virgen de las Nieves, en la plaza de España?

“Yo le exijo a usted respeto para el alcalde de Santa Cruz”.

-¿Incluso en estas fechas?

“Sí, porque a usted se le nota demasiado la mala lechita”.

-Lo siento, pero a mí las chirigotas me parecen graciosas; las murgas, no.

“Qué pesado. Pues váyase a Cádiz y déjenos tranquilos”.

-¿Cuántas horas trabaja al día?

“Muchas, desde las ocho de la mañana hasta las doce o la una de la madrugada”.

-¿Y su marido?

“Muy bien, gracias, ¿y usted?”.

-No, digo que si no la echa de menos.Yo la echaría.

“Claro, y mi hijo, que ya tiene 23 años, también”.

-Nadie diría que es mamá de un señor de 23 años.

“Es que el tiempo pasa muy deprisa”.

-¿Es difícil la gente del Carnaval?

“Sí, porque todo el mundo tiene su propia idea y su propia solución a los problemas. Y ninguna coincide. Pasa en una familia de tres, cómo será en otra de miles”.

-Hace años que no existe una idea nueva que rompa con la rutina. Lo he escrito y me han puesto a parir.

“Pues ahí tiene el Carnaval de día, que creó Paco Padrón, que ha resultado un acierto. Y estamos con el concurso de ritmo y armonía en la calle. Convertiremos la avenida de Anaga en una especie de sambódromo, con gradas e iluminación especial. Será espectacular”.

-Lo siento por usted pero Pepe Dámaso ha hecho el cartel más feo de la historia del Carnaval. ¿Se considera responsable?

“¡Noooooooo! No ha gustado a mucha gente, pero, curiosamente, hemos recibido más peticiones que nunca. Ya sabe, el morbo”.

-Pero anunciar el Carnaval de Tenerife con una calavera y el Teide, no sé. Dámaso (no Arteaga, sino el otro) me parece que está gagá.

“Anda muy malito, el pobre, pero él siempre ha trabajado con calaveras”.

-Vale, si usted lo dice.

“Los carteles, tradicionalmente, han sido muy polémicos, sea quien sea su autor; los hay muy buenos y otros que han gustado menos”.

-¿Por qué no se exponen todos los carteles del Carnaval en el TEA?

“Tomo nota, me parece una buena idea”.

-¿Duerme usted bien?

“Normalmente, sí, pero en estas fechas hay cosas que me preocupan: la seguridad, por ejemplo; estoy obsesionada con que esta siga siendo la fiesta más segura. Pierdo cinco kilos por Carnaval; este año ya llevo dos”.

-¿Cómo le gustaría ser recordada cuando deje este trabajo?

“Como una curranta y como alguien que intentó hacer las cosas bien”.

-¿Sabe usted que una murga colocó mi foto en el bombo para que, cada vez que este sonara, el palo diera en mi cabeza?

“No, no lo sabía, pero esa práctica la considero una buena manera de matar al bicho”.

-¿Bermúdez le da mucho la lata?

“Que va, él es muy carnavalero y me da liña, me deja hacer. Es verdad que yo le consulto mucho”.

-¿Es usted de gritar cuando las cosas no salen bien?

“No, yo no grito ni en mi casa; considero que hay un pack del Carnaval en donde pueden pasar muchas cosas con las que tienes que tragar, pero no se resuelven gritando. Yo soy más de diálogo, aunque a veces hay días que una está de mejor humor que otros”.

Me ha regalado una agenda y un boli mientras Sergio Méndez, el hijo de aquel recordado poeta del corazón de cartón, nos hace las fotos en el césped del Mencey. Esta Gladis es un crack. Y no ha cambiado. Yo le tengo un afecto especial; es decir, me puede. Y creo que se nota.

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