“Hay mala intención y persecución política contra mí y el PSOE”

La justicia archiva por segunda vez la denuncia contra el exalcalde y su compañero Víctor Lorenzo por las obras en el centro social La Cuesta
AURELIO ABREU
AURELIO ABREU

Es la segunda vez que la justicia decide archivar la denuncia interpuesta contra los excalcaldes de Buenavista del Norte Aurelio Abreu y Víctor Lorenzo denunciados por las “presuntas ilegalidades” detectadas en la construcción de un centro social para personas con discapacidad en el barrio de La Cuesta.

Los mandatarios fueron acusados de un supuesto delito de prevaricación y malversación de caudales públicos a raíz de dos denuncias presentadas por Sí se puede, la primera en 2012 y la segunda en 2015. Curiosamente, apunta Abreu, esta última diez días antes de celebrarse las elecciones; estando el alcalde anterior de Sí se puede Antonio González Fortes en funciones; y en los mismos términos que la primera, que había sido archivada en 2014 porque la Fiscalía Anticorrupción no encontró índices de delito. Lo mismo que le ocurrió ahora al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Icod de los Vinos.

Para el vicepresidente primero del Cabildo, la fecha elegida no fue “casualidad”, y por eso ve en Sí se puede “una mala intención y una actitud de persecución política contra su persona y contra el PSOE”. Abreu justifica estas afirmaciones en que una vez que fue archivada por la fiscalía la denuncia “no tiene sentido volverla a presentar y en los mismos términos”. También aclara que ni él ni su compañero -ya alejado de la política en primera línea- fueron a declarar. Fue un procedimiento de investigación, aunque sí lo hicieron la tesorera, el secretario y un técnico municipal, y el arquitecto que dirigió la obra.

En su escrito ante la justicia, la formación ecosocialista asegura que el Ayuntamiento de Buenavista recibió más de 300.000 euros para concluir los trabajos del centro ubicado en La Cuesta, iniciados durante el mandato de Abreu y continuados en el de Lorenzo, “en el que no se produjo ningún avance”.

Al hacerse cargo del Gobierno municipal en el mandato anterior, Sí se puede pudo comprobar que las ayudas recibidas para concluir la instalación fueron concedidas por varias instituciones. Los ecosocialistas sostienen que los fondos eran suficientes para financiar la construcción y dotar el edificio. Sin embargo, las obras continúan en su fase inicial y el edificio carece de instalación eléctrica, carpintería interior y exterior, entre otras carencias.

Sí se puede comunicó que recurrirá el archivo de la denuncia. Una decisión que adoptó tras la celebración del Pleno municipal el viernes, que resolvió acatar la decisión judicial que archiva el expediente abierto por la querella interpuesta por el propio Ayuntamiento en el mandato 2011-2015.

Al tribunal superior
“El caso se ha archivado cuando la instrucción prácticamente no ha comenzado, pero no pretendemos entrar en más consideraciones jurídicas. Dentro del respeto a las resoluciones judiciales, la ley prevé el derecho a acogerse a la posibilidad de recurrir a un tribunal superior y es lo que hemos decidido hacer.
Los hechos que se denunciaron han quedado corroborados, tanto en el propio proceso seguido ahora como en declaraciones públicas reconocidas y consideramos que nuestro deber es evitar que el Ayuntamiento quede afectado por los daños causados por estas actuaciones probadas”, manifiesta la portavoz del grupo municipal de Sí se puede, Vanesa Martín.

Consultado al respecto, Abreu sostiene que la formación ecosocialista “está en su derecho” de acudir a instancias superiores “pero ahora la diferencia es que tendrán que sufragar los gastos que esa acusación tiene porque ya no será a través de la administración pública”. De concretarse, subraya que tanto Lorenzo como él “se defenderán con los mismos argumentos con los que lo han hecho las veces anteriores” y por eso están “totalmente” tranquilos.

Una actitud fuera de los cauces democráticos
Sus relaciones con la formación ecosocialista antes de presentar la denuncia “eran correctas”, dice el consejero insular. A su juicio, la política “no se puede ejercer con rencor sino en democracia, con transparencia, participación y coherencia” pero cree que esta actitud de Sí se puede “está fuera de los cauces democráticos”.

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