Bogris: el último traidor

El interior aurinegro es el último nombre de una larga lista de jugadores que vistieron las camisetas de Aris y PAOK de Salónica, dos de los enemigos europeos más irreconciliables
El griego está protagonizando buenas actuaciones| ACB MEDIA
El griego está protagonizando buenas actuaciones| ACB MEDIA
El griego está protagonizando buenas actuaciones| ACB MEDIA

Son tres los equipos potentes de Salónica, Iraklis, Aris y PAOK, pero los dos últimos ejemplifican mejor una rivalidad que va más allá del mero deporte. El Aris, fundado por griegos que vivían en Salónica cuando la ciudad pertenecía aún al Imperio Otomano, se presenta como oposición al PAOK, creado por griegos expulsados de Turquía después de la guerra greco-turca de los años 20 del siglo pasado. Cambiar un club por el otro es hacerlo casi de modo de vida y un riesgo para todo aquel deportista que lo lleva a cabo. Giorgios Bogris, jugador del Iberostar Tenerife, fue el último jugador en dar ese paso.

Cambiar de vida
Vitolo, actual jugador del CD Tenerife, sufrió un auténtico calvario cuando cambió el Aris por el PAOK. Una vez se conoció su marcha, en una vivienda que le proporcionaba el primer club, le entraron a robar, realizando pintadas amenazantes en su propio hogar. “Te advertían de que no fueras por determinadas zonas que frecuentaban aficionados del rival”, reconocía tiempo más tarde.

El caso de Giorgios Bogris es similar. Salido de la cantera del Ilisiakos, el interior llegó al Aris en el curso 11/ 12 y, tras un paso por el Panionios, aterrizó en el PAOK. club al que está “muy agradecido”. “Fue mi última experiencia en Grecia y les estoy muy agradecido. Ellos me dieron la oportunidad de jugar para ellos, de poder hacerlo bien y eso me abrió las puertas de la ACB. Es un equipo al que quiero”.

Con estas declaraciones, Bogris se posicionaba claramente, por lo que, al menos en principio, el ambiente hoy en el PAOK Sports Arena no debe ser especialmente duro para él por parte de sus hinchas. “ Me hace muy feliz volver a casa a jugar, porque podrá ver a mi familia y amigos”, señaló a su llegada a la ciudad griega.

Giorgios reconoce que el baloncesto griego actual es “muy similar”, al practicado en Serbia, no solo dentro de la pista, sino también fuera. Es algo que entiende como natural, como cuando en la previa del partido entre el Iberostar Tenerife y el Gran Canaria anheló que el Santiago Martín tuviera un ambiente en las gradas “similar al que se ve en los Balcanes”. “El baloncesto griego ha cambiado mucho en los últimos años. Es más lento, más duro, pero mantiene la misma pasión de siempre. Será importante sacar un buen resultado en Salónica”.

Otros canaristas
Curiosamente, Giorgios no es el único jugador que ha cambiado de acera en Salónica. Blagota Sekulic también vistió las camisetas de PAOK y Aris, mientras que Mihalis Tsairelis vivió la rivalidad en su propia casa: “Nací en Salónica, así que es algo con lo que vives desde niño. Existe mucha rivalidad, pero forma parte del deporte en un país como Grecia”.

Los gritos de “traidor”, eran habituales para Mihalis, pero lo ocurrido con Fotis Lampropoulos fue más allá. Cuando en la campaña 09/10 jugaba en el Iraklis, tras una derrota con el PAOK; un rival muy superior, un grupo de aficionados radicales de su propio equipo bajó hasta el parquet, obligando a sus jugadores a quitarse las camisetas al no ser “dignos” de llevarlas. El griego, posteriormente, ficharía en el CB Canarias, dejando atrás una ciudad meca del baloncesto en Europa, a pesar del radicalismo con el que se mueven sus aficionados.

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