El estudio de arquitectura de Santiago Calatrava considera que los fallos detectados en el Auditorio de Tenerife tienen su origen en la ejecución de la obra, señala que debe reinstalarse el revestimiento y afirma que la impermeabilización no se colocó como se indicaba en el proyecto.
En un comunicado del estudio de arquitectura de Calatrava señala que ha dado respuesta en tiempo y forma al requerimiento del Cabildo de Tenerife, que le solicitó al igual que a las empresas constructoras del Auditorio, una propuesta de soluciones de reparación de las anomalías detectadas en el edificio.
En su respuesta, el estudio ha expresado una opinión preliminar basada en el informe elaborado por Intemac, en los documentos del proyecto original y en el resultado de las visitas al edificio realizadas por sus técnicos el 30 y 31 de enero.
Para poder hacer un análisis concluyente, el estudio de Calatrava considera necesario completar la información recibida con ensayos complementarios y hacer una revisión de la documentación generada en obra tanto por la constructora como por la dirección de ejecución, así como de otras informaciones.
Al respecto, señala que la dirección de ejecución del proyecto no fue encargada a Santiago Calatrava.
Tras la revisión del informe de Intemac, el estudio de Santiago Calatrava coincide con las conclusiones expresadas en éste en cuanto a que las patologías detectadas podrían tener su origen en las condiciones de ejecución de los trabajos de revestimiento y de impermeabilización del proyecto.
En opinión de los técnicos, la falta de adherencia del trencadís que se manifiesta en el informe de Intemac puede deberse a diferentes factores, todos ellos inherentes a la ejecución.
En su opinión preliminar, y como solución a las anomalías detectadas en el revestimiento del edificio, el estudio de Santiago Calatrava se adhiere a la recomendación de Intemac de proceder a la retirada del revestimiento cerámico de trencadís para su posterior reinstalación “siguiendo una adecuada ejecución y unos estrictos controles de calidad”.
Añade que la empresa constructora encargada de los trabajos debería realizar una planificación de las labores de retirada y reinstalación que permita su ejecución de forma escalonada, en fases, de modo que no se entorpezca el normal funcionamiento del edificio.
En cuanto a las filtraciones de agua, los técnicos observaron que en los encuentros de los muros con los canalones de la plaza la impermeabilización parece no estar instalada en la posición que indicaba el proyecto, lo que puede ser el origen de las filtraciones.
Por esta razón, también se considera necesario comprobar el estado de la impermeabilización bajo las losas de la plaza.
En el escrito se vuelve a señalar que el requerimiento del Cabildo constituye la primera noticia, desde su inauguración, que el estudio ha tenido sobre la existencia de patologías que afectan al edificio.
No obstante, Santiago Calatrava reitera que por su aprecio al proyecto tiene el mayor interés en encontrar la mejor de las soluciones a los problemas surgidos en el edificio.
Con este fin, su equipo continuará colaborando con el Cabildo para darle apoyo profesional y en los próximos días técnicos de su estudio tienen previsto volver a visitar el edificio para seguir realizando análisis sobre las anomalías detectadas.
CALATRAVA: “TENERIFE NO ME MERECE”
“Con Calatrava llegamos a la incompatibilidad, a la humillación, al insulto personal por su parte, a la pelea a cara de perro a medida que iba aflorando esa gran vanidad suya”. Así resumió Enrique Amigó, entonces técnico responsable de proyectos singulares del Cabildo, los entresijos de la construcción del Auditorio de Tenerife. Un proceso en que abundaron los desencuentros que multiplicaron por cuatro el presupuesto. Puedes leer el reportaje aquí.
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