Carlos Alonso se muestra receptivo al proyecto turístico en las canteras de Güímar

Asaga teme que Güímar se convierta en un nuevo pelotazo urbanístico y Sí se puede señala que "la alcaldesa continúa con propuestas dirigidas solo a que los areneros se hagan más ricos"
La alcaldesa Carmen Luisa Castro le mostró los planos del proyecto a Carlos Alonso / NORCHI

La alcaldesa de Güímar, Carmen Luisa Castro, acompañada por el arquitecto Juan Carlos Piñeiro, se reunió ayer en el Cabildo con el presidente de la corporación insular, Carlos Alonso, para exponerle el proyecto integral de los barrancos de Güímar y la idea de crear una Entidad Gestora del Valle que adquiera los cuatro millones de metros cuadrados de la zona para albergar en ellos suelo turístico.
Según comunicó la regidora municipal, Alonso “se mostró muy receptivo al proyecto”, a pesar de que el Cabildo impulsa una iniciativa legislativa en el Parlamento canario para convertir ese suelo que hoy es minero en rústico medioambiental. Según Castro, “el presidente no descartó que en algunas manchas de ese suelo, como por ejemplo los profundos hoyos dejados por las canteras de áridos, pudiera caber suelo estratégico”, como es la intención del grupo de gobierno (PP-CC) del Ayuntamiento de Güímar.
Una decisión que en todo caso tendrá que esperar a la consulta a los servicios jurídicos del Cabildo, quedando emplazados presidente y alcaldesa a una nueva reunión dentro de veinte días.El consejero de Política Territorial, Miguel Ángel Pérez, ya había anunciado con anterioridad su negativa a proyectos turísticos en ese ámbito de los barrancos.
Este proyecto recibió ayer duras críticas de Sí se puede: “La alcaldesa desoye la moción institucional del Cabildo para que se cumpla la sentencia contra los areneros y continúa con propuestas dirigidas solo a que estos se hagan más ricos”, indica Lourdes Galindo, concejala en Gúímar.

Asaga habla de nuevo pelotazo urbanístico

La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias Asaja) teme que el municipio de Güímar se convierta en el nuevo pelotazo urbanístico de la isla ante el rechazo de su Ayuntamiento a que el suelo minero de la comarca, que abarca cuatro millones de metros cuadrados, sea calificado como rústico medioambiental tal y como insiste el Cabildo Insular de Tenerife y, según se recoge en un artículo del DIARIO DE AVISOS del pasado domingo titulado ¿Papas o turistas, qué queremos en los barrancos?. Se entiende que con la postura de su alcaldesa, Luisa Castro, se está “despreciando” la viabilidad de los terrenos para los cultivos y explotaciones ganaderas existentes y la generación de otros nuevos, la diversificación económica de la isla y la creación de puestos de trabajo vinculados con la agricultura y la ganadería, sin olvidar el papel de “abastecedoras de alimentos” que desempeñan estas dos actividades.

En opinión de la presidenta de Asaga Canarias ASAJA, Ángela Delgado, “esta organización profesional agraria considera que el desarrollo turístico del municipio y por ende, el de la isla y el de Canarias en su conjunto, no es incompatible con el sector agrario y además hay que fomentar su complementariedad, siempre que se haga en los términos legales. Así lo hemos querido expresar con nuestra participación en el desarrollo del texto de la Ley del Suelo de Canarias en la que se especifican los usos turísticos a los que se puede acoger un suelo de carácter rústico, motivo por el que rechazamos este proyecto excluyente de la corporación local”.

Cabe recordar que la Ley del Suelo de Canarias, una vez entre en vigor, abre la posibilidad al desarrollo en suelo rústico de actividades turísticas y de restauración con productos de origen canario obtenidos en la explotación lo que supondría una renta complementaria para los productores.

Asaga Canarias Asaja, como defensora de los valores y la identidad del sector agrario, sostiene que la calificación del suelo minero del municipio de Güímar en rústico medioambiental es una opción igualmente válida que la de turístico. Por ese motivo, la presidenta de esta organización profesional invita a la alcaldesa del municipio a un encuentro con el objetivo de acercar posturas para que valore las posibilidades de la actividad agraria como una oportunidad de crecimiento y emprendimiento.

“Aspiramos a que el modelo de desarrollo de la isla y de Canarias en su extensión sea un modelo sostenible en el que tenga cabida la diversificación económica y esto significa apostar, además de por el turismo, por la actividad agraria. Focalizar nuestro crecimiento como territorio en una única dirección, centrándonos continuamente en la explotación urbanística y obviando otras oportunidades de emprendimiento que pueden surgir de la agricultura y la ganadería, frena nuestra evolución socioeconómica y nos aboca a un futuro que se aleja bastante de lo que Europa quiere para una región ultraperiférica como esta”, subraya Delgado.

Lourdes Galindo, a la derecha, edil de Sí se puede en Güímar / NORCHI

Las críticas de Sí se puede

Sí se puede exige a la alcaldesa de Güímar y a su grupo de gobierno municipal que “deje de defender a los areneros e impulse ya la elaboración del plan integral de restauración ambiental del ámbito afectado por las extracciones en los barrancos de Güímar”, según expresa la concejala del grupo municipal ecosocialista en la corporación del municipio del sur de Tenerife, Lourdes Galindo.

Galindo recuerda que “hay una sentencia que obliga a los areneros a hacerse cargo de la restauración paisajística tras el daño que han causado las extracciones en los barrancos de Güímar”, por lo que “proponer ahora la creación de un hotel en la zona afectada, cuando lo que corresponde es la restauración de la zona a cargo de las empresas que se han beneficiado de esas extracciones, como mínimo, suena mal”.

La concejala señala que la prioridad para los barrancos de Güímar se sitúa en primer lugar en “la desclasificación del suelo con la categoría de minero; esa es la prioridad, porque se trata de frenar la continuidad de esta actividad”. Posteriormente, a juicio de Sí se puede, debe impulsarse el plan de restauración, en el que deben participar el Ayuntamiento de Güímar, el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias, además de que debe ser sufragado por las empresas extractoras, tal como ha establecido el tribunal.

A juicio de la organización ecosocialista, solo cabe plantearse el futuro uso de los barrancos de Güímar después de que la zona quede restaurada. En cualquier caso, Sí se puede no es partidario del planteamiento de “proyectos turísticos de hoteles cerrados y de pulseras; ya sabemos por la experiencia de los municipios más al sur de la Isla que no son actividades económicas que garanticen el empleo, el desarrollo y la mejora de las vidas de la ciudadanía”.

“Es una irresponsabilidad que la alcaldesa de Güímar continúe anunciando proyectos irrealizables o con la supuesta promesa de creación de empleo, como ya hizo con Mimiland, mientras el desempleo continúa creciendo en nuestro municipio”, subraya Galindo. La concejala asegura que la alcaldesa se desentiende del problema social y económico del paro en el municipio y se escuda en propuestas imaginarias para no abordar con verdadera decisión el desempleo, que sitúa al municipio entre los primeros de Canarias afectados por este grave fenómeno.

La propuesta ecosocialista para Güímar en el ámbito turístico pasa por “la recuperación de la belleza del municipio, la restauración de viviendas preciosas -muchas de ellas catalogadas como BIC-, y el desarrollo de un turismo responsable, activo y creativo y curioso, que quiera conocer la cultura local y apoyarla económicamente, de forma que se genere una riqueza que se reparta entre los habitantes de Güímar”, explica Galindo.

Finalmente, la concejala de Sí se puede señala un acuerdo del Cabildo de Tenerife, aprobado por la corporación a propuesta del grupo insular de Podemos, en el que se manifestó el respaldo institucional a las sentencias judiciales en el asunto de la extracción de áridos de Güímar. “La alcaldesa de Güímar desoye este llamamiento de la corporación insular y continúa con propuestas dirigidas solo a que los areneros se hagan más ricos”, concluye Galindo.  

 

 

 

 

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