Casos de brujería en Anaga: “En Afur tenemos miedo”

Vecinos de Afur expresan su temor tras detectar prácticas de brujería en la zona; agentes de la Unidad de Montes sorprendieron el pasado lunes a tres mujeres en esta zona de Anaga cuando decapitaban a una gallina
Las dos mujeres fueron pilladas ‘in fraganti’ por los agentes de la Unidad de Montes de la concejalía de Seguridad. | DA

“Tenemos miedo”. Es el mensaje, tan claro como conciso e inquietante, que nos envía la presidenta de la asociación vecinal La Cumbrecilla de Afur, Goya Alonso, sobre las sensaciones que provocan en los vecinos la constatación de que un grupo de personas realiza prácticas de brujería o similares en tan maravilloso enclave del Macizo de Anaga. Felizmente, la intervención de la Unidad de Montes de Santa Cruz de Tenerife ha dado al fin un mensaje de tranquilidad a estos vecinos ya que el pasado lunes sorprendieron a tres mujeres que coinciden con las descripciones dadas por los residentes en este caserío y a las que supuestamente sorprendieron cuando procedían a decapitar a una gallina. Por todo ello se les abrió diligencias por dos posibles infracciones: maltrato animal y otra por verter residuos o contaminar un espacio natural protegido, según detallan fuentes cercanas al caso. Además, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha tomado buena nota de las quejas vecinales y la concejal de zona se ha entrevistado con Alonso para tratar el tema.

Explica Goya que, en Afur y a pesar del tiempo transcurrido, sigue muy presente en el ánimo de los vecinos la muerte de Manuel, un vecino de la localidad al que se buscó durante semanas en mayo de 2015 y que finalmente fue encontrado en unos cañaverales cercanos. Por mucho que dicha muerte se considera de origen accidental, el ajetreo de aquellos días pesa en un paraje tan plácido como el que nos ocupa, y viene al recuerdo de quienes, “desde hace más de seis meses, venimos viendo a gente vestida totalmente de blanco, como en el Carnaval de La Palma, por aquí y luego nos encontramos lo que nos encontramos en el monte”, tal y como explica la dirigente vecinal.

Alonso explicó que en cierta ocasión se encontraron gallinas decapitadas en los alrededores de las viviendas, y que estos extraños a la población encuentran a veces que arrojan la cabeza o el cuerpo de las gallinas en las charcas de agua que se forman cuando llueve, una imagen que se adivina realmente desagradable.

“En otras ocasiones -continúa la representante vecinal- aparecieron un montón de naranjas, que igual todavía queda alguna por allí, y otra vez más dejaron siete rosas blancas, muy bonitas pero que nos preocupan por lo que puedan significar”. También apareció en cierta ocasión un cesto con una llave, añade Alonso.

En la tarde del lunes pasado, la Unidad de Montes de Santa Cruz de Tenerife logró sorprender a estas tres mujeres que, vestidas de blanco, decapitaban a una gallina en el lugar, procediendo a su identificación y a la tramitación de unas diligencias que ya capitanea la Policía Local santacrucera.

Práctica salvaje y arcaica que, además, inquieta a los no iniciados

Son múltiples las explicaciones que se dan al sacrificio de animales y particularmente a la decapitación de gallinas y gallos, pero todas encuentran un origen, ya que este tipo de prácticas se encuentra en el origen de muchas religiones cuyos practicantes, en la gran mayoría de los casos, han evolucionado lo suficiente como para que sean cosa del olvido. Hoy por hoy, se trata de un delito castigado en el Código Penal.

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