Un infiltrado policial, clave para desmantelar la banda criminal internacional

El Ministerio del Interior confirmó ayer que la organización tiene su epicentro en Madrid, se extiende por varias provincias y cuenta con una proyección hacia países como Tailandia, Arabia Saudí o Italia
La Policía Nacional cifra en 230 los perros rescatados en este llamativo servicio. CEDIDA

Un infiltrado resultó clave para el desmantelamiento de una presunta organización criminal dedicada a las peleas de perros que, tal y como adelantó DIARIO DE AVISOS, tiene su epicentro en Madrid y se extiende por varias provincias (además de la capital del país, Murcia, Alicante y Santa Cruz de Tenerife). Incluso cuenta con una sección internacional, ya que algunos de los implicados se dedican a usar a los mejores perros en riñas que se celebran en países como Tailandia, Italia, Arabia Saudí o México. Todos esos datos ofreciddos por este periódico fueron ayer confirmados en una rueda de prensa celebrada en el Ministerio del Interior, en Madrid, en la que se fijó en 230 el número de perros que se han podido rescatar. Tras establecer exactamente la cifra de detenidos en 34 y el de los registros en 17, los altos mandos de la Policía Nacional también confirmaron que se les acusa de un delito de maltrato animal en el seno de organización criminal con ramificaciones (es decir, que solo participaban algunos de los encartados) en el tráfico de drogas, de medicamentos y hasta en blanqueo de capitales.

Si ya se detalló en ediciones anteriores que la investigación se desarrollaba desde hace varios meses (septiembre, al parecer) y que se inició en Madrid a cuenta del conocido como el Padrino, residente en Torrejón de Ardoz y al que sus compinches conocían como el Profesor, dado que se llama igual que un conocido entrenador físico, ahora se sabe que no solo las numerosas escuchas telefónicas realizadas desde entonces permitieron desmantelar el grupo, sino que incluso pudo colarse a un infiltrado en la banda. De aquí la total certeza empleada en el operativo desplegado en la redada acaecida el pasado fin de semana en la finca de La Medida (Güímar), a la que se desplazaron efectivos de la Unidad Contra la Delincuencia Especializada y Violenta de Madrid (Ucdev) y de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES) de Las Palmas, reforzados por miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) tinerfeña. Incluso se utilizó hasta un dron dada la extensión de la finca en cuestión. En aquella convención (en argot, cita para varias peleas de perros con más de una decena de espectadores), se arrestó a 21 personas, de las que 10 acabaron en prisión, si bien seis de ellos aprovecharon que se les permitía eludir la misma bajo fianza. En el conjunto del operativo, tal y como desveló ayer Interior, los policías nacionales se incautaron de una pistola y un revólver, tres plantaciones de marihuana (800 plantas adultas), cuatro kilos de marihuana seca, 40 gramos de cocaína y 200 gramos de hachís, 30.000 euros, sistemas de entrenamiento específico canino extremo y diferentes sustancias, como anabolizantes, testosterona, hormonas, diuréticos o material eutanásico.

Por otra parte, Interior confirmó ayer con todo tipo de garantías que la finca abandonada que se ubica por encima de Cabo Blanco, dentro del término municipal de Arona, donde intervinieron a raíz de la redada de Güímar un grupo de simpatizantes de los animales, es propiedad de uno de los implicados, aunque no se confirma si se trata del policía local de Adeje, encartado en esta causa y del que se apreciaba enormemente en la organización su amplia red de contactos por toda la Isla. En dicha finca, añade el Ministerio, se rescataron a unos 40 animales, que llamaron la atención de los policías (y de los animalistas, como se explicó en su día), por el lamentable aspecto que presentaban. A este respecto, Norberto Chijeb informa de que el Ayuntamiento sureño está estudiando la apertura de un expediente al funcionario aludido. Por su parte, tanto el Consistorio de Güímar como el de Arona han emitido sendos comunicados condenando estas sanguinarias peleas de perros.

En cuanto a la amplitud de esta organización, siempre según el informe de la Ucdev al que ha tenido acceso este periódico, destaca extraordinariamente la figura de Rafa, conocido entre los implicados como el Maestro y que reside en Batres (Madrid), del que se dice en las conversaciones intervenidas que ha peleado en países como Arabia Saudí (de donde acababa de venir y, por cierto, perdió), pero también en varias zonas de Sudamérica, China y, como ya se apuntó, Tailandia o Italia. Cuando un perro destaca, Rafa se encarga de sacarlo fuera de nuestras fronteras.

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