La propuesta de ampliación del muelle de ribera del Puerto de Santa Cruz de La Palma tendría como consecuencia la desaparición de la actual zona pesquera, que se encuentra en la prolongación de este dique. Un escenario inevitable en el caso de que finalmente prosperase la realización de esta obra para dotar de una mayor actividad comercial a las instalaciones portuarias de la capital palmera y constituirla como Zona Franca, voluntad esta última que han manifestado tanto las administraciones públicos como el sector empresarial, tal y como adelantó recientemente este periódico.
Esta ampliación del muelle polivalente no afectaría a la playa de Bajamar, que está a continuación del puerto pesquero, según ha podido saber este periódico por diversas fuentes consultadas. Mientras que desde la Administración insular se aboga porque, en el caso de que se realizara esta ampliación, se buscara una alternativa para los pescadores que operan en la zona y el resto de actividades que se desarrollan en este muelle, donde además de la Cofradía de Nuestra Señora de Las Nieves, hay dos restaurantes, uno de ellos gestionado por esta misma entidad, y un punto de venta de pescado.
La realidad es que este proyecto todavía está verde, tal y como reconoció el presidente de la Autoridad Portuaria, Ricardo Melchior, en una visita reciente a la isla de La Palma, y se encuentra, por ahora, en la fase de anteproyecto. Pero la voluntad de hacer crecer el puerto y convertirlo en un espacio que dinamice la economía de la Isla, a través de su constitución como Zona Franca, parece clara.
Muestra de ello es la próxima ampliación del dique este, que con mucha seguridad comenzará a ejecutarse este mismo año, para favorecer la llegada de cruceros. Esta es una de las patas con las que pretenden ampliar el puerto, la otra es el aspecto comercial, que requiere, además, que haya acuerdo en materia de planificación del territorio de los municipios que se ven afectados: Santa Cruz de La Palma, Breña Alta y Breña Baja.
El alcalde de Breña Alta, Jonathan Felipe, municipio donde se encuentra tanto el puerto pesquero como la playa de Bajamar, no ha querido valorar esta posibilidad dado que se encuentra todavía en una fase “muy embrionaria”. De hecho, reconoció que no conoce el anteproyecto.En cualquier caso, el regidor breñusco destacó que lo que sí respalda, “sin ninguna duda”, es la creación de una Zona Franca en La Palma. Breña Alta, que se ha caracterizado por su desarrollo industrial, “no se puede negar a ella, porque viene a generar tejido socioeconómico que es lo que necesita la Isla”.
Para Felipe, la Zona Franca será “un elemento decisivo para diversificar la economía palmera, que es lo que permitirá que tantos jóvenes que salen de la Isla a estudiar y quieran regresar, lo puedan hacer porque tienen una oportunidad laboral”.
HISTORIA
Un informe histórico realizado por Víctor Hernández Correa, técnico de Patrimonio del Ayuntamiento de la capital palmera, refuerza la aspiración del Puerto para convertirse en Zona Franca, subrayando la vocación internacional que siempre ha tenido este punto del Atlántico. Ya en el siglo XVI, La Palma “acaparó buena parte del tráfico marítimo con las Indias Occidentales”. Otro hito se produjo en 1564, cuando se crea una delegación del Juzgado de Indias en La Palma, “la primera que se establece en Canarias”. Además destaca la relación comercial con Europa, especialmente con puertos flamencos como el de Amberes, donde se exportaría desde la Isla azúcar y vino.
Hernández Correa también valora otro aspecto de La Palma como es su contribución a la construcción naval”. Así destaca, entre el siglo XVI y la primera mitad del XVII, “el linaje naval de los Díaz Pimienta”. Mientras que en el siglo XIX aparece una nueva saga de constructores, la familia Arozena. “Fernando, Sebastián y José Arozena Lemos fueron premiados en la Exposición Universal de Filadelfia (1876) por sus colecciones de diseños y maquetas”.
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