En un margen de la carretera del sur, antes de llegar al pueblo de Los Canarios, en Fuencaliente, el Pino del Consuelo simboliza un hito geográfico de la memoria. De la memoria de la barbarie y el terror que impuso el golpe de Estado de Franco. A pocos metros de este legendario árbol, sobre una loma que se alza entre pinos y viñedos, fueron encontrados los restos de 13 personas, enterradas en 3 fosas comunes, tras ser ajusticiados en los inicios de la represión franquista.
La Asociación de la Memoria Histórica de La Palma, con la colaboración del Cabildo, tiene la intención este año de erigir en este espacio un monumento que recuerde los fatídicos sucesos que acaecieron en los inicios de la Guerra Civil española. Un espacio que sirva para el recuerdo y también el consuelo de los familiares de estas víctimas, cuyo afán por encontrar a sus seres queridos desaparecidos logró dar con estas fosas.
“Queremos que sea una intervención digna, que sirva para recordar a las víctimas de la represión, y como memoria de lo que no debe volver a suceder jamás”, señaló el presidente del Cabildo, Anselmo Pestana.
Este enclave es pionero en España en el proceso de recuperación de la memoria histórica. Fue allí, en el año 1994, donde se exhumaron los primeros cadáveres de las víctimas de la represión franquista, abriendo un camino que todavía hoy están recorriendo diversas asociaciones por el conjunto del país. Cinco fueron los restos hallados en esa primera excavación, que se hizo siguiendo los métodos de la época, al igual que la identificación de los cadáveres, donde no se empleó el método del ADN.
En 2006, gracias al empeño de un grupo de familiares, un poco más abajo de la anterior, se encontraron otras dos fosas comunes, con los restos de otras 8 personas. En esta ocasión, el trabajo fue más científico y participó un equipo de arqueólogos especializado en esta materia. Además se realizaron las pruebas de ADN para su identificación. Los estudios forenses realizados sobre los restos, dan muestra de la brutalidad de los crímenes que ejecutaron contra los represaliados, algunos de ellos dirigentes o militantes de organizaciones progresistas y, otros, sencillamente personas que daban provisiones a los alzados, es decir, aquellos que decidieron huir a los montes de la Isla una vez que La Palma fue tomada por las fuerzas de Franco.
Pero el trabajo por la recuperación de los desaparecidos no ha terminado. Los estudios realizados por la Asociación para la Memoria Histórica, estiman que se ajusticiaron y enterraron de forma clandestina durante esa época 44 hombres, por lo que aún permanecen más de una treintena sin tener al menos una sepultura digna.
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