“Las posibilidad de encontrar vida ahí afuera se multiplica por millones”

Científico del IAC y experto en Astrobiología, considera que el GTC no debe entrar en este programa
Enric Pallés, científico del IAC. | Luis Chinarro

“Si las estrellas más abundantes de la galaxia parecen tener múltiples planetas como la Tierra, con zonas de habitabilidad, las posibilidades de encontrar vida ahí afuera se multiplican por millones”. Aquí radica para Enric Pallé, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, especializado en Astrobiología, la trascendencia del estudio que ha detectado la existencia de un sistema con siete planetas que reúnen condiciones de habitabilidad y presentan un gran parecido a la Tierra.

Pallé señaló que la investigación publicada este miércoles en Nature hace referencia a un sistema planetario que orbita en torno a una estrella (Trappist), que pertenece a la clase que más abunda en la galaxia. Tras un período de observación de 21 días, encontraron que en lugar de tres planetas, como se pensaba inicialmente, había siete. “Hay un sistema en el que todos los planetas, como en el Solar, están alineados en un plano”, indicó el científico, quien añadió que tres de ellos “caen justo dentro de la zona de habitabilidad, es decir, donde podría existir agua líquida en superficie, por lo que no puede estar ni demasiado cerca de la estrella, ni demasiado lejos porque se congelaría”.

La ciencia hasta la actualidad ha confirmado la existencia de unos 4.000 exoplanetas, es decir, aquellos que orbitan alrededor de una estrella que no es el Sol. “Hay más detectados, pero va a ser muy difícil que se confirmen”, añadió Pallé, quien concretó que “la siguiente misión que vamos a lanzar al espacio no va a estar enfocada para encontrar más y más planetas, sino para hallar planetas en torno a las estrellas más brillantes y cubrir todo el cielo, ya que las misiones realizadas hasta ahora solo cubrían un cacho de cielo”.

La intención que persiguen es encontrar “planetas pequeños y rocosos en torno a estrellas muy brillantes”. “Cuando hayamos hecho eso, tenemos buenos candidatos para apuntar con los grandes telescopios en tierra, como el ELT de 40 metros, una generación que empezará a funcionar dentro de ocho o nueve años. Con esos telescopios seremos capaces de explorar las atmósferas de estos mundos donde las condiciones sean favorables técnicamente para nosotros”. El estudio de la atmósfera es fundamental para determinar la existencia de vida extraterrestre, ya que “es un trazador de la existencia o no de vida en la tierra”, explicó.

A pesar de que el director del IAC, Rafael Rebolo, señalaba ayer en declaraciones a este periódico que próximamente analizarían la posibilidad de destinar el Gran Telescopio Canarias a la siguiente fase de este proyecto científico, que estará dirigida básicamente a analizar si hay o no vida en estos planetas, Enric Pallé está convencido de que este telescopio, que todavía sigue siendo el mayor óptico – infrarrojo del mundo, no debe entrar en este programa. “No llega”, comentó el científico, quien sostiene que supondría dedicar “mucho tiempo de un telescopio muy valioso” para obtener un resultado que “no compensa” ese esfuerzo.

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