El consejero de Turismo del Cabildo de Tenerife, Alberto Bernabé, defendió ayer en el pleno de la corporación que el gasto de 1,3 millones en 23 tarjetas de crédito en la sociedad Turismo de Tenerife entre 2012 y 2016 fue transparente, está justificado y fue objeto de diversas auditorías, sin que se hayan constatado irregularidades.
Reconoció, eso sí, que su antecesor, Miguel Ángel Santos, usaba una tarjeta Dinners Club, con la que gastó 700.000 euros, pero aseguró que sólo el 10% de esa cantidad correspondió a gastos suyos en el ejercicio de su cargo, si bien indicó que también incluía el pago de gastos a otros directivos, aunque alegó no poder discriminar ambos conceptos.
Bernabé compareció ante el pleno insular a petición de Podemos, cuyo portavoz, Fernando Sabaté aclaró que no cuestionaba el uso de tarjetas en las actividades de promoción de la isla en el exterior, sino “la naturaleza del gasto, si fueron razonables para la época de crisis en que se produjeron, con duros recortes en las administraciones públicas y un dramático paro en Canarias”. El PP, en cambio, por medio de su portavoz, Sebastián Ledesma, reclamó que se reduzca al máximo, incluso prohibir, el uso de tarjetas en el Cabildo “pues no pueden ser un medio de pago habitual, porque plantean muchas dudas y es error seguir usando ese sistema”.
Tanto Podemos como el PP preguntaron por qué si el elevado gasto de Santos era normal, al sustituirlo Bernabé la cantidad abonada con tarjetas cayó de forma significativa hasta unos miles de euros al año, lo cual el actual responsable de Turismo intentó justificar con que los objetivos de la sociedad cambiaron, para “crecer para adentro” y no ha tenido que hacer tantos viajes al extranjero.
El PP tuvo que preguntarle dos veces al respecto, y concluyó que el cambio se debió a que después de Santos sí se planifican los gastos como debe hacer un organismo público, y antes no.
El portavoz de CC, Efraín Medina, en una vehemente intervención, más que referirse al fondo del asunto, se quejó de que en las redes sociales varios consejeros de Podemos habían “demonizado” al gobierno insular antes del pleno de manera “infundada” sobre este asunto, “con insultos bastante graves” de los que mencionó una retahíla, entre ellos “ladrones, mafia, pijos de mierda, chorizos” e incluso uno del siguiente tenor: “pelillos a la mar y con un peso de 150 kilos colgados al cuello”.
Desde el socio de gobierno de CC, el PSOE, Josefa Mesa reiteró su compromiso de transparencia pero reprobó que se hagan “juicios paralelos y condenas” antes de que se tenga toda la información sobre los expedientes.
Sabaté insistió en que gracias a las auditorías se conocieron estas tarjetas y que Podemos revisará ahora en qué gastos concretos se emplearon esos 1,3 millones. Lo mismo hará el PP. Así que la oposición aún no da el carpetazo.
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