Por extravagante e insólito que parezca, la empresa adjudicataria de la gestión de la Oficina de Información Turística más importante de la Isla, la del Aeropuerto de La Palma (inaugurada después de dos intentos fallidos de otros tantos grupos de Gobierno en el Cabildo) es la misma a la que el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane se vio obligada a la rescindir el contrato porque no se cumplían los mínimos estándares de calidad.
La administración pública palmera demuestra, según parte de la patronal turística de la Isla, un serio problema en la redacción de las condiciones de los contratos de privatización de este servicio, circunstancia que no se da solo en el Cabildo, sino en el Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane. Esta administración local ha modificado los pliegos de condiciones del contrato de las oficinas de información turística del casco urbano y Puerto Naos, la zona turística más importante de la Isla, después de renunciar a las advertencias sobre la fallida adjudicación hace dos años y que terminó disolviendo, por el incumplimiento de los mínimos parámetros de calidad en el servicio.
Los empresarios no entienden la contradicción entre el discurso de cambio de estructura económica y defensa del sector turístico por parte del gobierno insular, y la redacción de pliegos de adjudicación que otorgan el 60% de la puntuación a la oferta económica más baja, mientras que los medios humanos y la profesionalidad tienen un máximo de 12 puntos según el baremo establecido por la institución.
Desde el Centro de Iniciativas Turísticas Tedote, que ha llegado a gestionar de forma simultánea hasta ocho puntos de información turística con excelentes resultados de gestión y un aumento progresivo de visitantes e inclusión de actividades de dinamización, se quejan de las precariedad de los concursos y los contratos, en los que se niegan a participar, cansados de las ofertas económicas a la baja, de los concursos desiertos y de la necesidad de contratar a profesionales con alta cualificación con nóminas claramente insuficientes o sujetos al cumplimiento de requisitos que dejan en una situación de clara debilidad tanto a la empresa como a los empleados.
En el caso del aeropuerto palmero y su oficinia de información turística, “no se valora la formación ni el esfuerzo continuo que, por ejemplo, llevamos a cabo desde esta entidad, en la que tenemos personal en prácticas de diferentes universidades canarias y europeas, así como de las academias de formación palmeras, un aprendizaje que nos obliga a destinar recursos propios pero que entendemos que merece la pena por el bien del sector”. Son las palabras del gerente del CIT Tedote, Jorge Miranda, quien coincide con el planteamiento del presidente de la entidad, Óscar León, quien afirma que “se piden cada vez más requisitos y cada vez a menor precio. Nosotros abogamos por dar un servicio de calidad donde, a priori, no se recorten gastos en el servicio para garantizar los parámetros de calidad, la formación de las personas contratadas, que deben tener conocimientos de idiomas y dar un atendimiento muy alejado de lo que hemos llegado a ver en lo que ya ocurrió con Los Llanos de Aridane, con personal que no tenía la formación suficiente”.
Los empresarios integrados en el CIT Tedote, con más de 200 empresas asociadas de la Isla, están de acuerdo. No se puede exigir personal cualificado y con idiomas en una isla donde, como ya todos sabemos esto es bastante complicado de conseguir, a precios que no se ajustan en realidad a un presupuesto para poder concursar en condiciones de igualdad y ecuanimidad.
Si las cosas no pintan bien para el servicio de información turística del aeropuerto, tampoco hay motivos para ser muy optimistas en el segundo intento de Los Llanos de Aridane tras una “metedura de pata” que le costó la rescisión del contrato con la empresa a la que adjudicó el servicio en base a unos baremos mínimos en recursos humanos.
En las nuevas bases del concurso para la adjudicación del mismo servicio por parte del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, no se tienen en cuenta conceptos tales como eficiencia, imagen, profesionalidad, y lo más importante, garantía de un buen servicio.
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