Tegueste albergará el primer Parque Arqueológico guanche de la Isla

El municipio cuenta con un auténtico tesoro de yacimientos de fácil acceso
Sector de El Murgaño, en el Barranco de Agua de Dios, en el municipio Tegueste. FOTO CEDIDA

Tenerife guarda joyas de su pasado aborigen, muchas de las cuales han sido alteradas o expoliadas a lo largo de los últimos siglos, en los que la sustracción de objetos y restos se ha repetido demasiadas veces, a lo que hay que sumar las consecuencias de la expansión urbanística. Son casos que se produjeron antes de que se creara conciencia de la necesidad e importancia de proteger estos espacios para conocer y preservar el pasado de la Isla y sus habitantes. Tegueste es una de estas joyas, y contará en el plazo de dos años con el primer parque arqueológico de la Isla.

Tegueste atesora tres Bienes de Interés Cultural (el Conjunto Histórico, La Librea y la Zona Arqueológica del Barranco de Agua de Dios) que aglutinan en torno a ellos el “rico bagaje histórico que ha ido conformándose a través de la pervivencia de costumbres y tradiciones propias del campesinado canario”; a lo que hay que sumar la gran riqueza paisajística y su inserción en la zona metropolitana. Pero, dentro de sus singularidades, la que más sobresale es el entorno del Barranco de Agua de Dios, que concentra “uno de los enclaves habitacionales y funerarios aborígenes más importantes de Tenerife”. Así lo destacan los arqueólogos Javier Soler y Francisco Pérez, quienes, desde 2010, están trabajando en un proyecto que pretende crear el primer Parque Arqueológico en Tenerife y un Centro de Interpretación sobre el pasado aborigen de la comarca de Tegueste, en base a este barranco.

Cueva de Los Cabezazos, una de las que se ubican en el barranco. FOTO CEDIDA

YACIMIENTOS

En concreto, en su libro Tegueste en tiempo de guanches, estos dos arqueólogos explican que el Barranco de Agua de Dios, BIC desde 2006 y que en la actualidad no se puede visitar, es el espacio de Tegueste con mayor cantidad de yacimientos arqueológicos y que, además, cuenta con condiciones relativamente buenas de accesibilidad. De manera global, en estos momentos se han registrado 61 yacimientos, de los que 43 son cuevas de habitación, 14 sepulcrales, uno como asentamiento en superficie, otro como Lugar de Frecuentación Esporádica y dos como abrigos.

El recorrido del barranco se inicia en el entorno de La Arañita, junto al Puente de Palo, justo cuando se unen en un solo cauce los barrancos de Pedro Álvarez y El Caidero, finalizando en la zona denominada El Pozo. Para su análisis, los arqueólogos han dividido el barranco en tres sectores, que vienen dados por su configuración geomorfológica: Isora, El Murgaño y El Pozo. En el primero de ellos, Isora, los arqueólogos localizaron 11 yacimientos, nueve de los cuales eran cuevas de habitación y dos sepulcrales, de las que una de ellas fue excavada en 1958 por Luis Diego Cuscoy. “El conjunto está muy alterado, pues la práctica totalidad de los yacimientos ha sido reutilizada, incluso en la actualidad. Esto ha supuesto la desaparición de materiales de superficie en varias de las cuevas, y algunas de ellas, incluso, tienen el acceso restringido al estar tapiadas con muros de bloques”.

Huesos humanos en una de las cuevas del barranco. FOTO CEDIDA

En cuanto al segundo, El Murgaño, “la abundante vegetación, unida a una considerable acumulación de vertidos procedentes de las casas en el borde del margen izquierdo hacen de este sector una zona poco transitable y muy degradada”. Aún así, es el que más yacimientos alberga, ya que se han podido localizar hasta 33 que han ayudado a comprender no solo la ocupación del barranco, sino el poblamiento de todo el valle de Tegueste. Además, “no es descartable que en el futuro, de producirse una limpieza del barranco, pudieran aparecer algunos más”. De los 33 yacimientos definidos se pueden correlacionar de manera clara 12 con cuevas de habitación, 7 con cuevas sepulcrales, y todas presentan alteraciones o saqueos, uno con un abrigo y otro con un Lugar de Frecuentación Esporádica, en el que se realizaban actividades puntuales, como la talla de útiles líticos y quizás agropecuarias. Los elementos encontrados en algunos tramos permiten sospechar que se realizaron actividades de carácter doméstico, quizás en un entorno de poblado con cabañas.

Y en lo que respecta al último sector, El Pozo, en el primer tramo se hace imposible su reconocimiento por unas condiciones orográficas complicadas y una profusa vegetación, mientras que en el segundo tramo se han encontrado 17 yacimientos, muchos de los cuales han sufrido intensos procesos de ocupación en periodos históricos. Aún así, destaca la Cueva del Guanche, excavada por Cuscoy en 1972, obteniéndose de su interior 25 cráneos, 145 mandíbulas y 114 tibias, además de otras muchas piezas óseas.

A juicio de los arqueólogos, este conjunto de yacimientos hace que “existan argumentos científicos e infraestructurales más que suficientes para establecer en Tegueste el primer Parque Arqueológico de Tenerife, porque muy pocos enclaves arqueológicos de la Isla poseen los recursos patrimoniales con los que cuenta el Barranco de Agua de Dios, las facilidades de acceso, su pertenencia al área metropolitana, la belleza natural de la zona o la existencia de las infraestructuras de ocio necesarias”.

Sector del barranco conocido como de El Pozo. FOTO CEDIDA

Para 2018

El Ayuntamiento anunció en febrero que la conclusión de los últimos informes técnicos necesarios para la puesta en marcha de este proyecto y ahora se está a la espera de que el Cabildo concluya la redacción del Plan Especial Territorial del BIC del Barranco de Agua de Dios para enviar toda la documentación a la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias, que tiene la competencia para la declaración de este Parque Arqueológico y el Centro de Intepretación, pioneros en la Isla. “Hay un Centro de Interpretación en Guargacho, pero no es un yacimiento en sí, y solo se abre una vez a la semana, previs solicitud a los técnicos del Cabildo -relata Javier Soler-. El de Tegueste será el primero dedicado exclusivamente al periodo aborigen y, sobre todo, a un yacimiento. Otro aspecto interesante es que también albergará la oficina de Turismo”.

Según explica Soler, el Cabildo “ya ha redactado un primer documento” de este plan especial, que “está en trámites de ser aprobado internamente, pero como tienen que recabar el punto de vista del Consejo Insular de Aguas, los ayuntamientos de Tegueste y La Laguna y todos los agentes sociales que participan, directa o indirectamente, pues esperamos que esté redactado para finales de este año”. Este plan especial definirá “las obras imprescindibles para abrir el barranco al público, que se incorporarán a la redacción del proyecto del futuro Parque Arqueológico. Se buscará el dinero necesario para hacer estas obras”, para lo que el Ayuntamiento, el Cabildo, el Gobierno y entidades privadas muestran buena disposición.

Una vez el documento esté en exposición pública y sea aprobado definitivamente, el Ayuntamiento de Tegueste remitirá toda esta información a la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias, para solicitar la creación del Parque Arqueológico, lo que probablemente tendrá lugar a principios de 2018. Soler destaca la voluntad tanto del Cabildo como del Gobierno favorable a la creación del parque, “apoyando económicamente y facilitando la tramitación”. En este sentido, el propio director general de Patrimonio del Ejecutivo regional, Miguel Ángel Clavijo, enfatiza “el apoyo entusiasta del Gobierno a la idea de poner en valor uno de los espacios arqueológicos más interesantes de Tenerife y tenemos muchas ganas de que abra lo antes posible, en esta legislatura”. “Esto para la Isla es muy buena noticia -añade- porque no estamos sobrados de espacio donde el ciudadano pueda interpretar el pasado de los primeros habitantes de Tenerife”.

En cuanto se envíe la solicitud al Ejecutivo, se empezará a trabajar también en la creación “de una figura legal, una especie de patronato, donde participen todos los agentes sociales y administraciones, para crear un organismo que regularía y controlaría el parque, con una partida todos los años para obras, acondicionamientos, prospecciones, seguridad…”.

Según Javier Soler, “lo ideal sería que para finales del año que viene ya esté en funcionamiento”, aunque apunta que “no se va a poder entrar libremente, sino que los visitantes tendrán que pasar por el Centro de Interpretación y, desde ahí, acompañados por personal especializado, se hará la visita al barranco. No va a ser visita libre porque el impacto humano puede provocar que los yacimientos sufran alteraciones importantes”. Además, el organismo que se cree determinará también si se cobrará o no por estas rutas guiadas. “Yo creo que, si es un servicio de calidad, habrá que cobrar al menos un euro, o algo simbólico que demuestre que es algo que merece pagarse”, apunta Soler.

El proyecto no solo pretende divulgar este tesoro arqueológico sino, además, lograr el compromiso de la población en la defensa del patrimonio, a través del conocimiento.

El edificio que albergará el Centro de Interpetación. FRAN PALLERO

Información sobre los primeros habitantes

El futuro Centro de Interpretación ocupa una antigua edificación de principios del siglo XIX, que está ubicada en la plaza de San Marcos, en el centro del casco urbano. Conocida como Casa Corino, apellido del último de sus propietarios, posee una docena de estancias que suponen más de 300 metros cuadrados útiles.

Durante los últimos años se han realizado diferentes obras para la rehabilitación del edificio y su acondicionamiento como espacio museístico. Así, Javier Soler indica que recientemente se terminó de arreglar toda la techumbre y de cerrar la galería interna, siguiendo las directrices de los técnicos de Patrimonio del Cabildo. “Y ahora falta -añade- meterle mano al suelo, porque es de madera y hay que cambiarlo en algunas habitaciones, e instalar unos pequeños baños públicos, imprescindible para abrirlo como edificio visitable”.

La previsión es que la Dirección general de Patrimonio del Gobierno de Canarias financie estas obras, junto con el Ayuntamiento de Tegueste, y que “las primeras salas con material didáctico puedan estar ya abiertas para finales de este año o principios del que viene”, apunta Soler.

Según los arqueólogos, la idea museográfica del centro “gira en torno al desarrollo de un discurso expositivo donde el patrimonio arqueológico de Tegueste sea contextualizado, explicado e interpretado a partir de un plan pedagógico que insista en su conservación y protección”, ofreciendo a los visitantes un espacio “al que acceder de forma adecuada y rigurosa al conocimiento de los primeros habitantes de la comarca”. Además, dispondrán de una amplia oferta de rutas, talleres, conferencias, degustaciones y visitas guiadas, entre otras.

“El centro funcionará, en este sentido, como un redistribuidor de las actividades socioculturales que actualmente se ofertan en distintos puntos del municipio o en la red de senderos”, añaden, ya que, además, albergará la Oficina Turística del municipio.

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