Guardaba la droga y un revólver en el interior de la mesa del billar donde jugaban los ciudadanos que acudían a la asociación de vecinos del barrio de Ofra. Así lo sostienen efectivos de la Unidad de Intervención de Policía Local (Unipol) de Santa Cruz de Tenerife que arrestaron al encargado de dicho bar, un varón de 35 años de edad identificado por las iniciales J.R.P., como presunto autor de, al menos, un delito contra la salud pública, en información facilitada desde el propio Ayuntamiento capitalino.
Este servicio fue prestado a la sociedad en la madrugada del viernes al sábado, y encuentra su origen precisamente en la queja de los vecinos cercanos a la sede de dicha asociación de vecinos, que al poco de la medianoche ya se quejaron del ruido existente en el lugar, así como de sus sospechas de que allí se estaban consumiendo drogas ilegales.
En lo que fue su primer desplazamiento al lugar de los hechos, los miembros de la Unipol ya levantaron un acta administrativa tras detectar que un joven tiraba al suelo un pequeño envoltorio con cocaína en su afán de eludir la acción de los funcionarios, en hechos que tuvieron lugar minutos antes de la una de la madrugada.
Casi tres horas después, de nuevo fueron las quejas de los vecinos lo que motivó esa segunda visita de los efectivos de la Unipol, que esta vez comprobaron que, a pesar de lo avanzado de la madrugada, se encontraban en el interior del bar de la asociación hasta ocho personas, además del posteriormente arrestado, a pesar de que el local se encontraba formalmente cerrado al público. Visto los antecedentes de la visita anterior, los policías locales optaron por efectuar un cacheo generalizado a los presentes, sospecha que se confirmó al encontrar otro pequeño envoltorio con cocaína en poder de uno de los presentes, al que se le levantó la correspondiente acta administrativa. Así las cosas, el sentido común de los agentes condujo a una inspección ocular del bar que permitió dar con una bolsa con varios gramos de la referida droga junto a la caja registradora, así como una lata en la que habían 313 euros, dinero separado de lo que era la recaudación del bar. Todo ello fue motivo más que suficiente para inspeccionar al fondo el bar, y desde luego que el interior de las mesas de billar es uno de los primeros sitios en los que mira la policía. Allí encontraron los agentes otra bolsa, ésta con siete gramos más de cocaína, y un revólver, al parecer de fogueo, además de otros cuatro pequeños envoltorios con más droga.
Fue entonces cuando se procedió al arresto del encargado.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas