La Policía de Lancashire, en Reino Unido, ha rescatado a cuatro niños que vivían en una pequeña casa rodeados de excrementos. Según informa The Guardian, los agentes que fueron a la vivienda casi no pudieron entrar del hedor tan insoportable. Uno de los policías afirmó que los pequeños parecían zombies. “Había pañales sucios por todas partes y las paredes estaban cubiertas de heces. Los niños tenían fiebre y no había nada en la casa para alimentarles, afirmaron las autoridades.
Los padres fueron condenados a dos años de prisión, aunque la condena a la madre se ha suprimido porque sufre problemas mentales.