Fin del susto en el teleférico del Teide

Una vez culminado con éxito el rescate de 93 personas que pasaron la noche en el Teide, desde ayer técnicos enviados por la empresa suiza Doppelmayr analizan la avería del teleférico
Labores de evacuación. | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Los bomberos del Consorcio de Tenerife finalizaron ayer con éxito el rescate de las 93 personas que tuvieron que pasar la noche en el Teide tras la avería que se produjo el miércoles en el teleférico. El día ayudó. No hubo rachas fuertes de viento ni lluvias que podrían haber dificultado el rescate en el entorno, tampoco otros elementos que se cruzaran en el camino de los profesionales. Técnicos de la empresa suiza fabricante del teleférico se desplazaron ayer a la Isla para averiguar las causas de la avería. Desde las cinco de la mañana empezaron a desplazarse bomberos de los distintos parques. A las seis algunos de ellos ya estaban caminando con camillas hasta el refugio, mientras comenzaban a subir a la base inferior efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), para encontrarse con la gente que había pernoctado en la zona de las torres, la más próxima al pico del Teide. Allí pasaron la noche 15 personas, dado que otras cinco decidieron bajar caminando a última hora del miércoles. Desde este punto se realizó la última fase del rescate. Seis de ellas se encontraban bien y, por lo tanto, hicieron el trayecto a pie; las restantes fueron evacuadas en helicóptero.

Fue una emergencia de nivel 1 gestionada por el Cabildo de Tenerife, en la que se implicó el resto de administraciones públicas: el Ayuntamiento de La Orotava (Policía local) y los Gobiernos regional (movilización de los helicópteros), y central con la participación de la Guardia Civil de Tráfico y la UME. La presencia de este último cuerpo se requirió cuando se comprobó que el rescate podía llevar más tiempo de lo pensado y era necesario apoyo para temas de logística, iluminación, avituallamiento, y portabilidad de abrigo a la zona alta. Su personal también se ocupó de trasladar a algunos sanitarios que no podían llegar caminando hasta el punto más alto, pero cuya presencia era indispensable para atender a las personas que debían pasar allí la noche. En total, fueron 377 los efectivos de los distintos cuerpos de seguridad los que participaron, tres por cada evacuado, si se tiene en cuenta que fueron 238 los que quedaron atrapados, de los que 145 fueron rescatados el miércoles.

La mayoría de afectados fueron evacuados en cuatro helicópteros que operaron al mismo tiempo y 45 bomberos rescatadores se movilizaron. Quienes pudieron caminar lo hicieron a su ritmo, acompañados de personal de emergencias, y llegaron perfectamente, como Mariette y Wolfgang Steinacher, y su pequeño hijo Sebastian. En una ocasión, cerca de las 10.00 horas, fue necesario repostar en Los Rodeos porque la demanda de potencia que pide el aparato en el contexto en el que se encontraba es muy grande, explicó el suboficial del Consorcio y responsable del operativo, Ibrahim Ben Mohamed, quien destacó la labor de los bomberos voluntarios de Guía de Isora, que desde primeras horas de la tarde del miércoles realizaron labores de acompañamiento con los afectados. A las 11.00 el rescate había finalizado por completo.
También el susto que a muchos les había quedado en el cuerpo, sobre todo en las horas que permanecieron en las dos cabinas, durante las cuales nadie les informó sobre qué pasaba. Esa fue la principal queja.

Las causas de la avería están por determinarse. Ayer por la tarde un grupo de técnicos de la empresa Doppelmayr, fabricante del teleférico, viajaron desde Suiza a Tenerife para analizar las instalaciones y conocer las causas de la activación del sistema de parada de emergencia. Los trabajos se centrarán en la revisión de los sistemas informáticos y mecánicos, las cabinas, la inspección de las cuatro torres y los 2.482 metros de cable. Estas labores, indicó el Teleférico en un comunicado, se pueden prolongar más de 24 horas.

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