Edward John Herbert está siendo juzgado por un suceso que está dando la vuelta al mundo por su crueldad. Utilizó gasolina para quemar a dos de sus hijas, aunque finalmente le prendió fuego a una de ellas causándole graves heridas en todo su cuerpo, según informa The West Australian.
En el juicio que se está celebrando se ha descubierto que el autor del suceso estuvo fumando cannabis y bebiendo alcohol el mismo día. La hija mayor, que sufre autismo, no llegó a ser quemada pero si su hermana, de tres años de edad, que fue salvada por un policía, que estaba fuera de servicio, al escuchar los gritos de la pequeña.
El agresor también amenazó con un cuchillo a su pareja para que no se acercara a las niñas.
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