John Palmer: el famoso atracador impune que eligió Tenerife como centro de operaciones

Al británico, asesinado en 2015, Scotland Yard siempre le consideró uno de los autores del robo de más de tres toneladas de oro en Heathrow
Imagen de John Palmer. | POLICÍA NACIONAL

“¿Usted es John Palmer?”, [tiró barro a la pared el periodista autor de este párrafo, reproducido textualmente]. “Sí”. Así de sencillo. Casi 15 años después, en 1999, en el despacho del sur tinerfeño donde dirigía su imperio, como si no se hubiera movido del sitio, se permitió esta broma vanidosa conmigo: “Ya ves, tú sigues siendo periodista, y yo soy todo un hombre de negocios”, cuando estaba a punto de ser juzgado por el fraude del tiempo compartido y de ingresar en una cárcel británica para pasar cuatro años a la sombra. El periodista aludido es Carmelo Rivero, hoy director de DIARIO DE AVISOS, y el párrafo es el inicio de la segunda entrevista que hizo a John Palmer, la de 1999, quince años después de la exclusiva que confirmó la presencia de Palmer en Tenerife.

Ya era el británico famoso entonces, por cuanto Scotland Yard, tal y como contaban hasta la saciedad los medios británicos, siempre consideró a John Edward Palmer. nacido en Solihull (Warwickshire) allá por 1950, uno de los autores del célebre atraco cometido en el londinense aeropuerto de Heathrow dos años antes de la entrevista, y en el que se obtuvo un botín superior a tres toneladas de oro sin que se disparase un tiro.

Lo cierto es que la decisión de Palmer de establecerse en Tenerife tuvo enorme consecuencias para la Isla, entonces en los inicios del boom turístico del Sur. El británico siempre dijo que había invertido millones y millones de euros en la Isla, y lo cierto es que su fortuna, en 2004, se calculaba por encima de los 600 millones, si bien no falta quien multiplica esa cifra por dos. Sea como fuere, semejante fortuna era suficiente para salir en la lista de los más acaudalados de su país, junto a la propia reina Isabel II. Tras cumplir con la justicia inglesa pasando cinco años en prisión, Palmer regresó de nuevo a Tenerife, donde en 2007 fue arrestado por una redada dirigida por el juez Baltazar Garzón.
Apodado Goldfinger (Dedo de oro), un sicario lo mató de un tiro el 24 de junio de 2015 en el jardín de su casa en Essex, una lujosa propiedad en su pueblo de Brentwood. Tenía 64 años de edad.

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